Público
Público

Bono se muestra escéptico sobre una futura ley electoral más justa

'No estamos cerca de ello porque esto significaría un nivel de alto renunciamiento de los partidos', dice el presidente del Congreso

EFE

El presidente del Congreso, José Bono, ha trasladado este lunes su escepticismo sobre la posibilidad de que en España se cambie la ley electoral por otra más justa y, sobre todo, proporcional, y ello por la dificultad para encontrar un consenso al respecto entre los dos grandes partids.

Bono ha inaugurado el curso La reforma electoral en España, dentro de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense, y en este ámbito ha detallado los pormenores de su ya conocida propuesta para una modificación de la ley electoral con el propósito último de acercar más los electores a los elegidos.

Eso sí, el ex ministro socialista ha dejado claro que su apuesta reformista es absolutamente personal, por lo que no tiene por qué ser asumida ni por el Gobierno ni por su partido.

Se trataría de un modelo mixto en el cual la mitad del Parlamento se elegiría por distritos 'uninominales', al estilo del Reino Unido, donde sólo consigue escaño el candidato más votado, y la otra mitad de la Cámara, por distritos más amplios, mayores incluso que las provincias, como Comunidades Autónomas o incluso de ámbito nacional.

Con este método, que Bono ha defendido reiteradamente en diversos foros, se conseguiría que al menos que la mitad de los diputados del Congreso, los elegidos en distritos uninominales, se vieran 'obligados a cultivar su huerto electoral', según sus palabras, esto es, a estar más pendientes de los electores de su circunscripcón.

Bono dice que los candidatos están ahora más preocupados de las decisiones de las cúpulas de sus partidos que de sus electores 

'Creo que sería un buen sistema, pero tengo la impresión de que no estamos cerca de ello porque esto significaría un nivel de alto renunciamiento de los partidos', ha apostillado.

Y es que la necesidad de que cualquier reforma electoral cuente con un elevado consenso complica su éxito, puesto que la actual, procedente de una norma de la Transición aprobada con 239 votos a favor y sólo dos en contra, lo tenía y muy amplio.

Bono ha explicado a los alumnos del curso que los candidatos están ahora más preocupados de las decisiones de las cúpulas dirigentes de sus partidos, a los que ha calificado de auténticas 'oligarquías', que de sus electores, un mal que en su opinión se corregiría con la reforma que él propone.

Respecto a las carencias de proporcionalidad, ha recordado que hoy en España un voto puede valer cinco o seis veces más que otro en función de la circunscripción del votante.

Ha rechazado el presidente del Congreso la simple implantación de listas abiertas como remedio para mejorar el sistema, porque esta fórmula ya se usa en el Senado y los resultados electorales no difieren mucho de los de la Cámara Baja.

José Bono ha hablado de la vida parlamentaria para hacer ver que en este ámbito la iniciativa de los diputados es también poca, ya que están sometidos a las directrices de los portavoces de los grupos, sin cuya firma ni siquiera pueden formular una pregunta al Gobierno.

Además, ha asegurado que la labor del Parlamento ya no es 'persuasiva ni de convencimiento', y los discursos de los diputados no sirven ni pretenden hacer cambiar de opinión al contrario.

Su función se circunscribe, ha dicho, a elegir al Gobierno, controlarlo y hacer las leyes, pero no a 'parlamentar para buscar consensos' en el pleno, una tarea que es más factible en los debates más restringidos de ponencia y comisión.

En todo caso, Bono ha reivindicado el papel de la política y ha hecho notar el alto grado de exigencia que la sociedad tiene para quienes la practican.

En su opinión, si otros colectivos como 'los sacerdotes, los notarios o los periodistas' se sometieran a las pruebas por las que deben pasar los políticos obtendrían una valoración 'similar'.

Según Bono, en política no existe el 'corporativismo favorable' y cualquier actividad de 'resonancia negativa' se publica y se 'exagera' por el adversario.

Aunque también ha dicho que si no lo hace el oponente, también pueden hacerlo los correligionarios, porque en este mundo 'nada queda clandestino'.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias