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En busca del honor perdido

Casas intenta, con el Estatut, salvar in extremis la cara del Constitucional

ERNESTO EKAIZER

Manuel, este es el final. Hagamos un último esfuerzo. Dime en qué te has sentido traicionado para votar en contra del borrador de Elisa Pérez Vera y veamos cómo superarlo para resolver el recurso.

Ya lo sabes María Emilia, son muchas cosas. Pero, en síntesis, como ya hemos hablado hasta la saciedad, respecto al término nación no puedo mirar hacia otro lado. Antes de votar el borrador de Elisa pensé que estábamos en el mismo barco, Pero no. Todos sabéis cuál es mi posición. Si llevamos al fallo una aclaración inequívoca sobre la ausencia de todo valor jurídico a la versión del preámbulo del Estatut, podemos empezar a hablar. Sólo hablo por mí

La presidenta del TC quiere recuperar a Aragón para el sector progresista

Aunque el diálogo precedente es una construcción imaginaria y cualquier parecido con la realidad sería, caso de ocurrir, pura coincidencia, ilustra sobre el método que María Emilia Casas va a seguir para llevar la ponencia del Estatut a buen puerto más pronto que tarde, esto es, durante los primeros veinte días del próximo mes de junio.

La presidenta del Tribunal Constitucional se ha tomado este trabajo, séptimo intento en tres años y medio, como la gran oportunidad que el azar le concede para restaurar el honor perdido del órgano y, por ese camino, el suyo propio. ¿Por dónde empezar? Uno de los pasos fundamentales es recuperar para el sector progresista al magistrado que fue incorporado al Tribunal precisamente a propuesta del Gobierno. Si Manuel Aragón se sintió traicionado y votó en contra del borrador de la magistrada Elisa Pérez Vera, pues hay que dejar atrás el incidente y asegurar su voto en el último intento.

El líder del PP, Mariano Rajoy urgió, el pasado sábado desde Lleida, al TC a 'dictar una sentencia, la que sea, ya'. Y mientras esta mañana, el president de la Generalitat, José Montilla, va a explicar en el Senado que el Constitucional ya ha perdido su tren y que por ello sólo cabe su renovación, Casas comienza su sprint final hacia una sentencia, la que sea, en el mes de junio.

Al PP le basta con que unos cuantos artículos se declaren inconstitucionales

¿La que sea? Cuando Rajoy dice 'la que sea' está indicando que, para la estrategia del PP basta que la sentencia declare inconstitucional un número suficiente de artículos que permita justificar la presentación del recurso y reivindicar una victoria política sobre el Gobierno.

En cierto modo, el jefe de la oposición está haciendo una lectura del fracaso que tuvo lugar la semana pasada y que frustró la posibilidad de una victoria conservadora de seis contra cuatro. Por si los magistrados radicalmente opuestos al Estatut (Javier Delgado, Vicente Conde y Jorge Rodríguez Zapata), y aquellos moderadamente contrarios (el trío de la Maestranza, formado por Aragón, Guillermo Jiménez y Ramón Rodríguez Arribas) no lo habían entendido hasta ahora, el PP, sabiendo que se declararán inconstitucionales un número importante de artículos, ya tiene bastante. No necesita más. Antepone la urgencia al contenido.

Es interesante observar, pues, la coincidencia objetiva entre las necesidades de victoria política de Rajoy en el Estatut y las del propio Constitucional para sepultar esta pesadilla. Aunque es lógico preguntarse por qué Casas va a triunfar allí donde han fracasado Elisa Pérez Vera y Guillermo Jiménez. A veces, lo que ocurre es precisamente lo inesperado.

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