Este artículo se publicó hace 13 años.
El candidato escondido y el rey de las rondas
Las vallas con Camps escasean y abunda la imagen de Alarte
Está oculto. Es el innombrable. Al PP le incomoda el rostro de Francisco Camps. Es la piedra en el zapato en el camino hacia las urnas. Hasta minutos antes del inicio de la campaña se especuló sobre si el Molt Honorable aparecería en los carteles. Tres, dos, uno... El reloj marcó la medianoche y Camps se dejó ver sobre el papel: perfil espartano y muchas horas de algún photoshop especial que incluyera en sus opciones borrar Gürtel. Y de ahí rápidamente al fondo del armario.
Un paseo por Valencia no deja lugar a dudas. Los carteles de Camps escasean. Tanto que ni de la sede cuelga su rostro. Sólo aparece en una valla en una de las entradas de la ciudad. O de las salidas, según se mire. El resto son cartelones pequeños intercalados con los de Rita Barberá y siempre en franca desproporción. Cuatro de la alcaldesa y uno de Camps. Y así sucesivamente. El president queda estrujado entre la papelería de una Barberá de rojo y collar de perlas, una mezcla de dama de beneficencia y Eva Perón mediterránea.
El rey de las rondasNo es el único sitio de donde han tirado de goma de borrar. En la web del PP valenciano no existe propaganda electoral. Apenas un banner publicitando el acto central de campaña. Ni fotos ni vídeos. Algo que contrasta con el anuncio de hace cuatro años: Rajoy en el centro de la imagen, a su izquierda Gallardón y a su derecha Camps. Una santísima trinidad que se quebró con la detonación de la Gürtel.
Al Molt Honorable le salpicó el fango de la corrupción, pero se negó a dimitir. Rajoy lo expulsó de su lado y se convirtió en un ángel caído, un Belcebú, un rebelde sin rostro por la ciudad. Si Camps está camuflado, a su principal rival en la urnas, el socialista Jorge Alarte, le sucede todo lo contrario. Es el rey de las rondas que circunvalan la ciudad. Su cara aparece por decenas en vallas y solares. Y en la sede del PSPV lo reproducen hasta en cuatro poses distintas: soñador, seductor, candoroso e imperturbable. Todas ellas coronadas por su eslogan de campaña: "la dignidad de un voto".
Finalmente, el resto de partidos pugnan por hacerse un hueco entre tanta litografía política. La escasez de recursos económicos les ha forzado a buscar refugio en internet, donde destaca un vídeo de Mónica Oltra, número dos de Compromís, que se desabotona la blusa y se enfunda la camisa que la consagró como azote del PP durante la pasada legislatura, la del rostro de Camps junto al lema de Wanted (se busca). Algo que obligará a los dirigentes conservadores a ver a su candidato por mucho que no quieran.
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