Este artículo se publicó hace 13 años.
Capitanear un Ejército "en dificultades"
Morenés debe hacer frente a una deuda superior a los 26.000 millones de euros
Todo transcurrió con una puntualidad militar y según el guión previsto. Todo, salvo que al primer ministro de Defensa de la era Rajoy Pedro Morenés, casi se le escapa el pequeño detalle de concluir su discurso de estreno con un ¡Viva España! Tuvo que ser su antecesora en el cargo, la socialista Carme Chacón, la que le hiciera un gesto para recordárselo. Minutos antes, ella se había despedido de la cúpula militar al completo y de representantes de los tres ejércitos de la misma forma en la que empezó hacía ayer 45 meses y ocho días: "Capitán, ¡mande firmes! Les pido que griten conmigo: ¡Viva España!".
Tras pasar su primera revista a una unidad de honores escoltado por la ministra saliente, Morenés tomó la palabra. Sin papeles, orgulloso de su nueva función e insistente en la idea de que ya ha trabajado en la casa fue secretario de Estado con José María Aznar,el hombre escogido por Rajoy para extender su plan de austeridad a Defensa, expuso su voluntad de trabajar para que las Fuerzas Armadas tengan prestigio y medios. "Quiero formar parte de este grupo de trabajo para que la defensa y las Fuerzas Armadas tengan el prestigio, cariño, medios y agradecimiento de toda la sociedad", sostuvo consciente de las "dificultades".
Chacón se despide alabando la "abnegación" con la que se encontró
Proveniente de la industria armamentística, asume un departamento con una deuda de más de 26.000 millones y debe gestionar la salida de las tropas de Afganistán. Un "gestor", dicen los que le conocen que llega "con la tijera". En su último día, Chacón quiso despedirse alabando la "calidad profesional, humana y abnegación" con la que se ha encontrado en esta etapa.
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