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Cascos arremete contra la cúpula del PP

Critica los dos cargos de Cospedal y cree que el problema de su partido es de 'proyecto, equipo y trabajo'

MARÍA JESÚS GÜEMES

Nadie se lo esperaba. Era una intervención en el Colegio Mayor Universitario Elías Ahúja de Madrid. Ante dos centenares de universitarios. La conferencia llevaba por título: 'La política: un viaje de ida y vuelta'. Y Francisco Álvarez Cascos, el protagonista, se lo tomó al pie de la letra. Está retirado políticamente, pero no muerto.

El ex secretario general del PP entró de lleno a analizar la situación interna del partido. Y, sobre todo, las palabras de María Dolores de Cospedal, la número dos actual, que hace unos días dijo que los críticos eran unos 'anónimos cobardes que remaban en contra'.

Cascos aseguró que todo dirigente político debía seguir las cuatro reglas del conde de Romanones: 'Sumar lo más, restar lo menos, multiplicar prudentemente y dividir al adversario', tal y como informa Efe. Y, a su juicio la mano derecha de Rajoy no las cumplía porque 'en vez de aplicarlas, le quiere quitar el puesto a Pepiño Blanco y en vez de hablar del PSOE se dedica a criticar al Partido Popular'.

Pero no fue el único dardo envenenado que le lanzó. El ex vicepresidente de Aznar también se mostró indignado porque De Cospedal dijera en su entrevista en El País que ella 'no compatibilizaría el escaño de diputada con el trabajo en un bufete de abogados', algo que hacen actualmente muchos diputados, y Ángel Acebes entre ellos. Para Cascos, con ello se estaba 'censurando a mucha gente del PP'. Y no le parecía muy lógico teniendo en cuenta que Cospedal era la primera en compaginar la secretaría general con la Presidencia del PP de Castilla-La Mancha.

Su conclusión: 'Así no se suma, se resta; así no se multiplica, se divide y así no se divide al adversario, sino que nos dividimos nosotros mismos'. 'En el PP no se están haciendo las cosas bien', sentenció. El dirigente conservador se mostró dispuesto a darle un consejo a todo aquel que lo quisiera, 'pero no al que no me lo pide'. Y afirmó que el problema del PP era 'de proyecto, equipo y trabajo'.

A quien llamaban en su época el 'general secretario', por su control del partido, comentó además que su intención no era la de 'invalidar a las personas'. Pero que consideraba que se tenían que 'cumplir con unos determinados parámetros para ser el líder, secretario general, portavoz parlamentario o diputado de a pie'.

En el partido no se mostraban sorprendidos por el duro golpe que Cascos le había propinado a la cúpula del PP. Ya durante la etapa precongresual, el ex ministro de Fomento censuró en una entrevista en La Clave la estrategia del partido y llamó a Soraya Sáenz de Santamaría 'novicia' cuando fue nombrada portavoz en el Congreso.

Pero algunos dirigentes del PP, incluso unos cuantos de los que compartían las palabras de Cascos, le reprocharon que se pronunciara así desde la distancia. 'Si quiere cambiar algo, que lo haga desde dentro', explicaba ayer un diputado. Durante la legislatura pasada se tanteó a Cascos para encabezar el partido en Asturias y también se comentó que Esperanza Aguirre quería contar con él como consejero. Cascos rechazó las ofertas porque, tal y como reconoció en el coloquio universitario, 'segundas partes nunca fueron buenas'.

Ayer, más de uno pensaba que lo mejor era lavar los trapos sucios en casa y no entendía que fomentara los problemas que él mismo denunciaba. Pero también había quien entendía que Cascos se 'exasperará' viendo que el PP no despunta a pesar de la crisis económica y del desgaste del Gobierno. Además, explicaban que era imposible que se desvinculara por completo tras estar al mando una década y dar 'siempre' guerra. Para unos, han sido 'verdades como puños'. Para otros, 'comentarios sin transcendencia'. Para todos, un ataque frontal a Mariano Rajoy, el responsable último.

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