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Un caso cerrado con la expulsión de la víctima

La denuncia a un policía por abuso sexual quedará archivada

TONI GARCÍA DE DIOS

Si no hay testigo, no hay caso. La denuncia por abuso sexual presentada por la inmigrante marroquí Noura Benrabah, de 25 años, contra un policía nacional de Orihuela (Alicante) quedará hoy archivada si nadie impidió a última hora, la pasada madrugada, que tomara un avión en Barajas (Madrid) y se cumpliera la orden judicial de devolución a su país de origen por quebrantar la Ley de Extranjería.

Noura, que tenía una orden de expulsión en Portugal, fue identificada y detenida el 29 de mayo en la ciudad alicantina. Cuando la llevaron a comisaría, según consta en la denuncia, el policía encargado de su custodia intentó abusar sexualmente de ella. 'Incluso me llega a decir que él puede hacer cosas con las chicas y conseguir que se libren de problemas', asegura la chica.

Una joven marroquí acusa de abusos sexuales a un agente en Alicante

Noura consiguió zafarse cuando, al acercarse otra mujer policía, el acusado cesó en su empeño. Esa misma agente la animó a presentar la denuncia contra su compañero. La joven fue posteriormente trasladada al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia en espera de su repatriación.

Su situación en el CIE ha sido muy dificil. No entiende bien el español y se encuentra en un lugar hostil, rodeada de policías que recelan de ella, que le recuerdan lo que ha pasado en la comisaría de Orihuela y que no la dejan ni salir al patio con los demás detenidos. Llegó a sufrir la agresión de una interna y pasaron tres días hasta que acudió un médico a certificar sus heridas.

La jueza ordena para hoy la devolución de la mujer a su país de origen

Mientras la joven marroquí permanece encerrada, el trámite administrativo siguió adelante y su denuncia por acoso llegó al juzgado. Allí la fiscalía solicitó la suspensión de la orden de devolución de la marroquí, con el argumento de que 'es testigo principal y único del hecho delictivo, y se justifica la necesidad de su testimonio tanto en la instrucción como en el acto del juicio oral'.

La jueza, no obstante, no concedió la suspensión cautelar y marcó para hoy la expulsión desde Barajas. Fuentes jurídicas consultadas por este periódico aseguran que el cumplimiento de esta orden supone la anulación del juicio por un presunto delito de acoso sexual y abuso de autoridad contra el policía que, en estos momentos, se encuentra en libertad bajo fianza a la espera de la vista.

El CIE de Valencia tiene capacidad para acoger a 50 extranjeros, allí pasan hasta 60 días, el máximo permitido por la Ley de Extranjería. El centro se encuentra en las dependencias de una comisaría.

La fiscalía pide frenar su regreso para continuar con la instrucción

Por la defensa de Noura se han interesado varios abogados de la Campaña por el Cierre de los CIE, uno de ellos, Paco Solans, señala que 'lo importante de este caso es que si la fiscalía ha pedido suspender la expulsión es porque le ha dado mucha credibilidad a la denuncia, algo que no me extraña, viendo el detalle que se hace de los hechos'.

Desde la campaña, uno de sus portavoces, Salva Lacruz, denuncia que 'el hecho de que sea víctima de un presunto delito de agresión sexual por parte de un policía nacional al ser detenida, y la circunstancia de que el juicio no se celebrará si la víctima y testigo ha sido deportada antes de su celebración, deja a esta persona más indefensa, y al presunto agresor, impune ante su delito'.

Fuentes cercanas al consulado de Marruecos en Valencia aseguran que están realizando 'todos los trámites diplomáticos posibles' para que esta agresión a una de sus ciudadanas no quede impune, aunque al tiempo advierten de que no quieren poner en peligro las relaciones entre los dos países. Y, mientras tanto, Noura, que no entiende de diplomacias, sólo quiere que se haga justicia.

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