El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha pasado de presionar al juez José Castro, instrutor del Caso Urdangarin, a apoyarlo sin fisuras. Si hace dos semanas el órgano del Gobierno de los jueces exigió a Castro que explicara las filtraciones a la prensa del caso, llegando incluso a abrir diligencias informativas, ahora, que Castro, ha decidido no imputar a la Infanta Cristina, la portavoz del CGPJ, Gabriela Bravo, hace suyos los argumentos del magistrado y también cree también cree que imputarla por el caso Urdangarin sería 'estigmatizarla'

Bravo recurrió a un un curioso razonamiento para explicar su oposición a la imputación de la Infanta: 'Estar sometido a un procedimiento penal en cierta forma es un estigma'.

Bravo se alineaba así con la decisión del juez José Castro, instructor del caso, de desestimar la petición del sindicato Manos Limpias de imputar a la Infanta Cristina en relación a las presuntas irregularidades del Instituto Nóos. Castro argumentó que la imputación podría 'estigmatizar gratuitamente a una persona'. 

'A ningún ciudadano le gusta encontrarse en una causa penal. Sobre todo la justicia penal asusta a la ciudadanía cuando piensa que te pueden poner una pena', explicó Bravo en una entrevista en la Cope, en la que mostró 'todo el respeto' por 'las razones que haya encontrado el instructor' para decidir no imputar a la infanta.

En este sentido, manifestó que siempre hay que 'confiar en los jueces' y se mostró convencida de que el magistrado que en este momento lleva el caso 'conoce mejor que nadie, mejor que los medios y que los ciudadanos, el asunto' para haber tomado esa decisión.

'En este caso, como en cualquier otro, tenemos que dejar trabajar al juez que desde el rigor y la reflexión irá allanando el camino para la clarificación de los hechos', ha señalado. 'Las razones que haya encontrado el instructor en este caso para decidir no a mi me merecen todo el respeto', apostilló.