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CiU agita el cambio en Catalunya para movilizarse el 7-J

Mas y Duran cargan contra el PSOE y el PP. Tremosa se ve el único candidato legitimado para exigir el Eje Mediterráneo

FERRAN CASAS

CiU encara las elecciones del domingo como la primera vuelta de las catalanas que, en el peor escenario para ellos –si Montilla agota la legislatura–, se celebrarán a finales de 2010. Por eso ayer en su mitin central de las europeas Artur Mas, presentado por Josep A. Duran i Lleida como próximo presidente de la Generalitat, aprovechó para agitar el cambio y vincular el 7-J al devenir de los próximos años.

Una demanda de cambio que, según Duran, es mayor después de seis años de 'hartazgo' con el gobierno de izquierdas de lo que lo era tras 23 años de mandatos de CiU.

Mas señaló que el domingo servirá para 'sembrar' la semilla de un cambio que él ve 'en marcha' pero que es necesario asegurar. 'Toda la gente de CiU debe ir a votar. Debemos sembrar porque de lo contrario no recogeremos después', afirmó.

Los discursos de Mas y Duran, a priori teloneros de Ramon Tremosa, fueron de contenido y no ahorraron reproches al PSC, al PSOE y al PP. Les acusaron, en presencia de Josu Erkoreka, portavoz del PNV en Madrid y socio de CiU, de querer borrar del mapa a los nacionalistas y no defender la causa catalana en la UE.

Mas se empleó a fondo con Zapatero y Duran apuntó a Rajoy, no vaya a ser que los intentos del PP de reconciliación con Catalunya vayan a tener algún resultado el 7-J. 'Zapatero nos engañó, pero Rajoy nos usa para ganar votos en España. Si por él fuera no podríamos ni reclamar la financiación porque no habría Estatut', avisó recordando que el líder del PP se alía con el PSOE para escamotear a Catalunya.

Mas pidió reforzar a CiU para 'parar los pies' al centralismo y atizó duro a Zapatero por sus incumplimientos.  

Tremosa lo tenía difícil para sobresalir cuando consumió el último turno. Centró su intervención en el terreno donde mejor se defiende y que es elemento nuclear de su campaña, las infraestructuras. En este sentido reivindicó el Eje Mediterráneo vinculándolo al futuro de Catalunya 'y también el Cuarto Cinturón, que forma parte de él'. Con cierta ironía dio 'la bienvenida' al PSOE y el PP a la defensa del eje Valencia-Barcelona-Francia pese a que su trayectoria en este asunto no les da 'ninguna credibilidad'.

En el mitin actuó como maestro de ceremonias el alcalde de Sant Cugat Lluís Recorder, principal cargo municipal de la federación. Su frenesí le llevó a presentar a Duran, político de talante moderado y pactista, como 'la voz de la dignidad nacional catalana en Madrid'. En el acto se echó en falta al ex-president Jordi Pujol, que no se ha prodigado en apariciones durante esta campaña a diferencia de las anteriores.

CiU vincula, convencida, el 7-J a las catalanas de 2010. Sus dirigentes saben que no costará mejorar el resultado de 2004, cuando Ignasi Guardans encabezó la lista compartida con PNV y BNG. Entonces, meses después de perder la Generalitat y de que en las españolas Duran pasara de 15 a 10 escaños en Madrid, CiU quedó tercera en Catalunya tras el PSC y el PP con un pobre 17,4% y 369.000 votos. Nada que ver con el 29,2% de Pere Esteve en 1999. El 8 de junio Mas confía poder presentar como un éxito un porcentaje de entre el 20% y el 25% de votos. 

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