Este artículo se publicó hace 16 años.
La comisaría de Les Corts ya tiene cámaras
La pintura de las paredes de las celdas se ha decidido según la técnica oriental del Feng Shui
Joan Saura ha cumplido su palabra. Desde este miércoles, cien videocámaras de seguridad controlan las celdas de la comisaría de Les Corts de Barcelona en todas las áreas de traslado, registro y custodia. Éste fue uno de los compromisos más importantes que adquirió el año pasado el conseller de Interior después de que una investigación interna con cámaras secretas detectara dos casos de supuestos malos tratos.
La polémica vino cuando el conseller decidió hacer públicas las imágenes, provocando la indignación de la ciudadanía y de los Mossos, aunque por motivos distintos. De hecho, algunos agentes salieron a la calle para exigir el reconocimiento social de su labor y criticar a Saura, a quien responsabilizaban del descrédito generalizado que afectaba al cuerpo. Pero Saura, a pesar del vendaval, anunció que habría cámaras en Les Corts y que a lo largo de 2008 ampliaría el sistema a todas las comisarías catalanas. Dicho y hecho. Y parece que la medida ha surgido efecto.
El miércoles Joan Miquel Capell, jefe de los Mossos de Barcelona, afirmó que, desde el pasado mes de mayo, no les consta ninguna denuncia por malos tratos. En este sentido, Saura quiso ser aún más preciso: en 2007 las denuncias contra los Mossos han bajado un 40%. Además, aclaró que las cámaras de seguridad en los calabozos "son un aspecto positivo" y sirven "para prevenir algunas prácticas minoritarias incorrectas que se podrían producir".
Pero en esta legislatura, Saura no sólo ha innovado respecto a las cámaras, también en el color de las paredes y en la técnica utilizada.
El rosa estresa
Hasta hace poco, siguiendo un estudio psicológico americano, las paredes de las celdas de Les Corts tendían al rosa. Ya no. Según un gabinete de Feng Shui, el mismo que ha asesorado a Interior para la remodelación del nuevo edificio, el rosa, a la larga, estresa, así que lo mejor es el blanco roto y el gris. El azul marino, para los barrotes.
Y es que, a pesar de todo lo que le ha caído a Saura después de que se hiciera público que estaba remodelando el nuevo edificio siguiendo los principios de esta técnica oriental, él erre que erre.
De hecho, Felip Puig (CiU) le echó en cara en el Parlament que "mientras los supuestos terroristas estaban, quizás, planeando atentados, usted trabajaba para ordenar con las técnicas del Feng Shui su departamento". A Saura, el comentario le sentó fatal. Está claro que en el Parlament las energías no fluyen de forma tan equilibrada como en las nuevas celdas.
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