Lejos de instar a la compañía a negociar, la huelga de pilotos de ayer dejó a Iberia en la misma posición previa. Y también al sindicato de pilotos, el Sepla. El conflicto se enquista: no se avanza en la negociación del convenio colectivo, bloqueada por la creación anunciada por Iberia de una filial de vuelos baratos, Iberia Express.

Ante este escenario, el proceso se ve abocado a la intervención de un mediador para buscar una solución. En el conflicto de los controladores de diciembre del año pasado, al final se recurrió a un árbitro que mediara: el exministro de Trabajo Manuel Pimentel.

De hecho, hace ya dos semanas que Iberia ofreció al sindicato de pilotos, el Sepla, un mediador. Propuso que fuera presidente de la mesa de negociación una persona independiente del Sepla y de Iberia. Pero el sindicato no acepta los nombres propuestos por la compañía porque ve detrás la mano de Federico Durán, el árbitro que puso fin a la huelga salvaje de pilotos de Iberia en 2001.

'Si la empresa se niega a seguir negociando, propondremos nosotros un mediador', señaló ayer el jefe de la sección sindical del Sepla en Iberia, Justo Peral.

Las dos partes se acusan mutuamente de haber roto las conversaciones, aunque continúan manteniendo los contactos. El Sepla protesta porque Iberia Express destruirá 5.000 empleos en la empresa matriz, Iberia, de los que más de 400 serán puestos de piloto, asegura el sindicato. Iberia, en cambio, afirma que no afectará a este colectivo.

El día 29 tendrá lugar la segunda jornada de huelga, ya que el Sepla no ve motivos para desconvocarla. Es más, si no hay avances, el sindicato de pilotos no descarta realizar más paros durante el próximo mes de enero.

'Mientras no se llegue a una solución y se siga con la idea de desmantelar Iberia a favor de British Airways y perjudicando nuestros puestos de trabajo, nosotros seguiremos movilizándonos', afirmó Justo Peral.