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El Congreso aprueba sin convicción precarizar más el mercado laboral

El PSOE se apoya en la abstención de PP, CiU, CC y PNV para sacar adelante la última gran reforma del Gobierno

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

Mejor un mal trabajo, peor pagado y eternamente temporal, que ninguno. Con este mar de resignación como fondo, el Congreso aprobó ayer la segunda reforma laboral como epílogo para una legislatura desbordada por el paro.

El PSOE se quedó solo en el marcador de la Cámara con sus votos a favor excepción hecha del rechazo disidente del exlíder de CCOO Antonio Gutiérrez, que votó en contra y asumió el peso de la reforma aliviado por el PP, CiU, Coalición Canaria y UPN, que se abstuvieron para permitir la aprobación del texto.

PNV, las minorías de la izquierda y UPyD rechazan la reforma del mercado laboral

Finalmente, con 166 votos a favor, 15 en contra y 157 decisivas abstenciones, la reforma que establece un nuevo contrato de formación hasta los 30 años entronizando la precarización según sus detractores y decreta la suspensión durante dos años de la obligación de hacer fijos a quien encadene contratos temporales salió adelante entre reproches. Con sordina los escenificó el bloque de la abstención y con altavoz indignado el frente que se pronunció en contra: PNV, ERC, IU-ICV, BNG y UPyD.

'No hagamos de la crítica la batalla. Sumemos lo que nos une, porque los desempleados y los jóvenes esperan una respuesta de la política y no encrespamiento', remató el portavoz de Empleo del PSOE, Jesús Membrado. Su intervención hizo honor al pragmatismo como rector en los malos tiempos: 'El encadenamiento de contratos perjudicaba a la contratación porque las empresas, cuando tienen más de dos años a un trabajador y lo deben hacer fijo, lo mandan a la calle. Queremos que lo mantengan en su puesto, aunque sea temporal; lo sentimos mucho'.

Antonio Gutiérrez rompe la disciplina del PSOE para votar contra la norma

'Soy consciente de la dificultad de explicar esta medida', acababa de decir en la misma tribuna el ministro de Trabajo. En total, 1,6 millones de parados tienen menos de 30 años y 900.000 de ellos carecen de una cualificación que garantice su entrada en el mercado laboral.

Sin empleo, sin formación y 'sin haber contribuido a crear el problema de la crisis, están padeciendo más que nadie sus consecuencias', prologó Valeriano Gómez. El ministro culminó su presentación haciendo inventario de 'un año intenso de reformas' en materia laboral enumeró nueve y también balance: 'Hemos abordado los cambios más intensos en nuestro mercado de trabajo en el último cuarto de siglo [...] concebidos desde el equilibrio. Sin equilibrio, el mercado de trabajo deja de ser una institución social y pasa a convertirse en una jungla. Eso es lo que hemos querido evitar', apuntó como testamento diez días antes de la disolución de las Cortes.

CiU y PNV reprochanal PSOE el auxilio encontrado en la abstención del PP

Abierta la reforma a la discusión de los grupos, el PNV relevó al Gobierno en la tribuna para remarcar haciendo uso del turno en contra la indignación del marido burlado. El PSOE se había asegurado el respaldo de los grupos vasco y catalán, que suman 16 votos, para sacar adelante el texto, a cambio de aceptar la prevalencia del ámbito autonómico en la reforma de la negociación colectiva que el calendario parlamentario ha convertido en papel mojado. Finalmente, el PP se ha convertido en el aliado necesario, a cambio, precisamente, de frenar esa aspiración nacionalista.

'Los pactos están para ser cumplidos', se quejó el representante del PNV, Emilio Olabarría. 'Han incumplido un pacto con la colaboración del PP en virtud de su falsa abstención'. 'Independientemente de ese acuerdo incumplido, la norma no nos merece entusiasmo. Lo poco que hacen, lo hacen mal', falló Olabarría.

El PNV se desmarcó así de una reforma que estaba llamado a respaldar, como sí hizo CiU, que entonó con menos vehemencia la misma queja: 'PSOE y PP sólo se ponen de acuerdo para frenar la capacidad de las autonomías en su esfuerzo recentralizador', denunció Carles Campuzano.

Celia Villalobos (PP) censura a CiU y PNV más que a la propia reforma

El Grupo Catalán justificó su abstención en la inclusión en esta reforma de la prórroga de seis meses del Programa Prepara, fórmula de recualificación profesional para personas que agoten la prestación por desempleo que proporciona una ayuda económica de acompañamiento de 400 euros condicionada a su formación. 'No queríamos que se entendiera que lo cuestionamos', razonó Campuzano.

'Me toca fijar la posición' del PP, arrancó Celia Villalobos apuntando ganas. Su desafecto hacia la reforma hiló su intervención, más centrada en responder a los reproches de CiU y PNV que en justificar la luz verde de su abstención.

'No entiendo perdonen que lo califique así su cabreo, cuando ustedes dos han contribuido como han contribuido a esta improvisación permanente del PSOE y del Gobierno en materia laboral', recriminó a los portavoces catalán y vasco. 'Esos dos grupos han estado apoyando sistemáticamente lo que el Gobierno estaba planteando. ¿A cambio de qué? Ellos sabrán. Desde luego, a cambio del beneficio de los ciudadanos, no', sentenció para desperezar los únicos aplausos en la bancada del PP que rompieron el debate.

El alegato en contra que precedió a su abstención apenas rozó la pintura del Gobierno: 'Hace falta hacer las cosas con menos improvisación, hacer una reforma mucho más consensuada con los sindicatos y la patronal. Es necesario un modelo como fue el Estatuto de los Trabajadores. Hay que reformar determinadas formas, pero esta es la reforma sobre la reforma', censuró Villalobos.

'No apoyamos este conjunto de medidas. Algunas sí, otras no, pero cuando gobernemos, pondremos en marcha un proyecto nuevo que demuestre que este país necesita un contrato estable y un contrato temporal [...]. Siempre estaremos a favor de la contratación fija y en contra de la temporal', resolvió la representante del PP.

La diputada conservadora cerró su argumentación confesando la razón última de su abstención, asentada sobre materia territorial más que laboral: 'No estoy dispuesta a que Catalunya tenga mejores condiciones que Andalucía. Y estoy en contra de que los convenios colectivos negociados en las comunidades autónomas estén por encima de un convenio nacional porque el mercado es único, es el Estado español'.

Desde su trabajada equidistancia, el representante de CC, Fernando Ríos, criticó los 'mensajes contradictorios' del PSOE. 'Ahora tratan de acercarse a los planteamientos más liberales del PP con una vergüenza', aseguró. 'Aparcan sus viejos principios para agarrarse a clavos ardientes que chamuscan la credibilidad de su partido', concluyó el diputado canario.

Concluida la votación, el ministro de Trabajo agradeció el apoyo del PP recordando su largo pedigrí de oposición: 'Bien que se hayan abstenido. Me hubiera gustado que hubieran votado a favor, si tan de acuerdo estaban, y mucho más que esta comprensión se hubiera producido durante el último año y medio'.

Gómez reprochó el rechazo del PP incluso ante 'aquellas reformas que han tenido un gran apoyo a través de un pacto social en el que comparecían empresarios, sindicatos, como la reforma de las pensiones'.

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