Contraste de dos expresidentes: Zapatero calla; Aznar raja

"Ser expresidente es pasar a respetar a quien está y ayudar a mi país como pueda", declaró José Luis Rodríguez Zapatero en un encuentro informal con medios el miércoles en Lanzarote. Una visión que ha adoptado el conservador José María Aznar desde que llegó al poder el actual jefe del Ejecutivo Mariano Rajoy.

Aznar no ha perdido la oportunidad de recordar durante el gobierno de Rajoy que "en este momento no hay mejor manera de servir a España que ayudar al Gobierno, sin reserva alguna".

Pero este nuevo comportamiento no ha cambiado el tono crítico con el que el Aznar se ha dirigido a Zapatero en sus 8 años de gobierno socialista. Así como recuerda la importancia de ayudar y apoyar al actual jefe del Ejecutivo, también rememora lo "desastroso" que resultó el gobierno de Zapatero.

"Cada vez que los socialistas gobiernan dejan el país hecho una ruina", aseguró Aznar. Durante una visita a Miami, el expresidente recordó la "herencia complicada" que ha recibido Rajoy y que, según él, le obligó a aplicar el mayor recorte del Estado del Bienestar. Sin embargo, durante este discurso del pasado día 20 de julio, el conservador no se pronunció sobre la contribución de las comunidades de su partido al aumento del déficit público.

Aznar ha respondido a los socialistas en numerosas ocasiones que un Estado de Bienestar no puede tener cinco millones de parados, mientras que los últimos datos del paro muestran que hay 4.587.455 parados durante este mes, medio millón más que el año pasado.

El acercamiento que tuvieron ambos expresidentes tras la defensa de Zapatero a Aznar en la famosa Cumbre Iberoamericana del "por qué no te callas" no sirvió para calmar las críticas del expresidente conservador.

Zapatero cree que "ya pasó" su tiempo para expresarse sobre temas políticos

Por su parte, Zapatero ha preferido dejar claro desde su primera aparición como expresidente, en la entrega del Toisón de Oro, que se dedicaría al Consejo de Estado y a su familia.

El socialista  se mostró cauteloso durante su encuentro con medios sin grabadoras en Lanzarote a la hora de referirse al Gobierno y sus políticas. Zapatero prefirió no comentar asuntos políticos alegando que "ya pasó" su tiempo para expresarse al respecto.

Aunque sí dirigió unas palabras al BCE, alegando que debe ser "un banco con todas las consecuencias". Destacó que sería "muy conveniente y razonable" una mayor intervención del Banco Central Europeo en la zona euro por la situación económica mundial.