Continúa el caso de los controladores en los juzgados. Mientras los imputados prestan declaración, el abogado y asesor jurídico de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Diego Salmerón, ha acusado a AENA de crear una 'trama tendente a desacreditar al colectivo de controladores, así como a imputarles determinados hechos incluso de relevancia penal'.

Salmerón ha informado de que la semana pasada el sindicato empezó a exponer ante el Juzgado de Santiago de Compostela (Galicia), donde hay un expediente judicial abierto y se citó a declarar a los controladores, una serie de 'documentos internos de AENA clasificados de confidenciales por responsables del sector aeroportuario'.

'AENA pretende ocultar una dolorosa realidad a la opinión pública'

Según el asesor jurídico de USCA de su análisis se extrae 'la existencia de una estrategia perfectamente predefinida que pretende ocultar una dolorosa realidad a la opinión pública', aunque no ha querido desvelar cuál por 'respeto absoluto a la justicia'.

'Estos hechos deberán ser en su momento debidamente atendidos, clasificados y calificados por la autoridad judicial pertinente; y créanme cuando les digo que lamento ver cómo, de nuevo, se le ve el plumero a nuevos actores de AENA, aunque en esta ocasión, con una relevancia mayor que en ocasiones anteriores y sin duda con una repercusión también más importante que en ocasiones anteriores', ha apuntado sin querer dar más detalles al respecto.

Estas declaraciones se producen después de que se imputara a la junta directiva de USCA por su presunta responsabilidad en el abandono de las torres de control por parte de los controladores aéreos los pasados 3 y 4 de diciembre de 2010.

Ninguno de los abogados del caso ha querido dar muchos más detalles al respecto de los delitos que se le imputan a la cúpula de los controladores ni de los documentos internos de AENA que aseguran haber presentado ante el Juzgado de Santiago de Compostela. Solo tras la insistencia de los medios de comunicación, el abogado de USCA ha explicado que estos documentos revelan 'extremos que se habían puesto de manifiesto (por parte de los controladores) y que no se habían atendido porque no se había querido conocer la realidad de lo que pasa en el control aéreo español'.