La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, presidió ayer la toma de posesión de su equipo en el Gobierno. La dirigente conservadora, que se ha propuesto la austeridad como una de las señas de identidad de esta legislatura, ha optado por no variar el número de consejerías que existieron durante la última etapa del socialista José María Barreda. Habrá siete.

Entre los nombres más conocidos está el de José Ignacio Echániz, que fue consejero de Sanidad madrileño bajo la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón, hoy alcalde. Es este el mismo puesto que Cospedal le ha reservado. Para Educación, contará con Marcial Marín, coordinador de Economía del PP de Castilla-La Mancha.

Otro de sus hombres fuertes, Leandro Esteban, secretario de Acción Parlamentaria, se ocupará de la consejería de Empleo y la portavocía del Gobierno.

Junto a los siete consejeros sólo dos mujeres, una menos que en el anterior Ejecutivo, Cospedal nombró a dos viceconsejeros. El número puede crecer a medida que se perfilen los equipos. Barreda, tras la reestructuración de Gobierno de mayo de 2010, mantuvo a sólo dos altos cargos con esta denominación.

La semana pasada, en su discurso de investidura, Cospedal anunció la supresión de tres organismos de control, el 60% de los altos cargos y las subvenciones a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales. Sumados todos estos conceptos, se concluye que el ahorro que propone la nueva presidenta de Castilla-La Mancha no llega al 0,17% del Presupuesto de la comunidad, que es de 8.600 millones.