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"Las creencias de la familia aún influyen"

La tradición familiar decanta a miles de parejas por el rito religioso, que se celebran en un entorno más acogedor

D. A.

'Llegamos a pensar en casarnos por lo civil, pero somos católicos... y nuestras familias también', explica Juan, que celebró su enlace el pasado 5 de junio con su mujer, Nuria, en la pequeña Ermita del Soto (Revenga, Segovia). Tienen 42 y 36 años, respectivamente. La provincia castellana es la única de España en la que, desde 1996, el número de bodas católicas ha aumentado: un 11%, frente al descenso general del 46%.

El templo está en una de las laderas de fresnos que rodean Revenga. Desde allí, se divisa la silueta de Segovia, a nueve kilómetros. Sobre los tejados de la capital despunta la catedral, el templo de la región más demandado para celebrar enlacesmatrimoniales.

La diferencia entre el precio de los dos ritos es la voluntad que se le da al cura

Otra pareja segoviana, Jorge y Bárbara, de 31 y 29 años, lograron casarse en su altar el 19 de junio, después de un noviazgo de siete años. Como Juan y Nuria, se declaran católicos, pero no practicantes. 'Somos una pareja de las de hoy en día, que no tiene tiempo para ir a misa', explica Bárbara. De su cuello no cuelga ninguna cadenilla con crucifijo. En casa tampoco tienen símbolos religiosos. Optaron por el rito católico, por sus 'creencias' y por 'tradición'.

'No soñábamos con casarnos por la Iglesia ni por lo civil, pero, si puedes elegir, piensas en las dos familias', explica Bárbara. Aunque ni sus padres ni sus suegros habrían puesto impedimentos a una boda civil. En su familia y en la de Jorge ya ha habido enlaces civiles previos. 'A fin de cuentas, la diferencia entre un rito y otro da igual, porque en los dos te vistes de blanco, unes a las dos familias...', reflexiona la chica.

El precio de una boda religiosa no es muy superior al de una civil. El cura que casó a Juan y a Nuria cobró 'la voluntad', explican. Le dieron cien euros. La boda completa les salió por unos 10.000 euros. A Jorge y a Bárbara, por cerca de 20.000.

Bárbara y Jorge apostaron por sus 'creencias' y por la 'tradición'

El restaurante suele suponer la mitad del desembolso, 'aunque varía en función de la cantidad de invitados que asistan', explican. El fotógrafo sale por unos 2.000 euros. Y, como el convite, el montante final fluctúa en función de qué quiera la pareja. 'Es como comprarse un coche: depende de los complementos que le pongas', señala el fotógrafo de bodas segoviano Julio Agejas, responsable del estudio Fotolux. En el último año, sus encargos se han multiplicado. Tres de cada cuatro han sido bodas católicas. El resto, enlaces civiles.

Juan valora también el entorno en el que se celebran las bodas religiosas. 'Los juzgados me parecen sitios muy fríos para celebrar un evento tan importante', explica. Sobre la Iglesia como institución, opina que tiene dos opciones: renovarse o morir. Juan espera que la evolución vaya en la línea del sacerdote que les casó: 'Un tipo enrollado, de esos que colaboran con ONG en lugar de darte la chapa'. Él no suele visitar la iglesia. Nuria sólo va para acompañar a su madre.

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