Las crisis económicas las pagan los gobiernos. Lo dice el abc de la política y ayer lo repetían, uno tras otro, los dirigentes del PSC consultados por este periódico. Los socialistas se desploman en intención de voto en el sondeo del Centre d’Estudis d’Opinió, el servicio demoscópico del Govern.

Olvidada la euforia del 9-M entre su electorado (el PSOE también ha recibido, aunque menor, su palo demoscópico) y asumida por el conjunto de la ciudadanía la degradación de la economía, el PSC pierde 5,9 puntos en intención directa de voto en las autonómicas y se ve superado por CiU.

Los datos del CEO, que no están cocinadas (sólo hay ‘voto’ y no ‘voto más simpatía’ como en el CIS) conceden un 22% de apoyos a los socialistas y un 23,1% a los nacionalistas, que ya ganaron las últimas catalanas.La explicaciones socialistas al descenso se apoyan en otro dato del sondeo, realizado la segunda quincena de junio. El primer problema de los catalanes es la economía, señalada por el 34,8% de los entrevistados. Le siguen el paro y la precariedad, con un 30,8%. En el anterior estudio la economía preocupaba al 20,4% y el paro al 19,9%.

En cualquier caso, el PSC baja mucho. Se mantiene en niveles similares a los de antes de la euforia post 9-M pero CiU ya le supera. El dato preocupa pero diversas fuentes insisten en que si la encuesta “se hiciera hoy” las cifras serían “muy diferentes”. ¿Qué ha pasado en el último mes? Ha habido dos congresos y, según el PSC, se han resuelto de forma bien dispar. El de CDC ha hecho que se perciba a un Artur Mas más radicalizado, que está a un paso de declararse abiertamente independentista. Por contra, sostienen las mismas fuentes, el del PSC ha situado a este partido en la “centralidad” política. Y en Catalunya la centralidad política no se entiende sin un fuerte componente catalanista.

O lo que es lo mismo, un José Montilla ejerciendo de president con todas las consecuencias y siendo inflexible con los “compromisos adquiridos” ante Zapatero. Es decir, con el despliegue del Estatut y una financiación que responda a la expectativa y que no es, ni de largo, el de Solbes.

Los socialistas admiten que el renovado y proyectado catalanismo (entendido como “cumplimiento de compromisos”) les permite disputar una amplia bolsa de voto a CiU, Esquerra e ICV-EUiA. Y el electorado que prima más la política española, afirma un dirigente del partido, no peligra porque su única alternativa sería la derecha: PP o Ciudadanos.

La encuesta del CEO -que el PSC no valoró oficialmente- llega en pleno tour de force por la financiación. Ayer El Periódico informó con gran despliegue de la intención del PSC de votar no a los presupuestos del PSOE si no hay acuerdo por la financiación. Una posibilidad que pocos consideraban seriamente, que incomodó a los representantes del partido en Madrid, “y que en todo caso se anunciaría con más solemnidad”. Nada es descartable pero incluso los más catalanistas del partido ponían en duda la posibilidad de hacer “lo que no se hizo ni con la LOAPA”.

El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, mostró su confianza en la aprobación de las cuentas porque el PSC y sus 25 diputados “son responsables”.

El PSC baja y CiU sigue su evolución alcista. Pero quien más sube en este sondeo es Esquerra, que pese a la división interna que se evidenció en su congreso consiguió transmitir una imagen de democracia interna que el electorado habría premiado. ERC sube pero el indepedentismo baja. Los catalanes partidarios de un estado propio son el 16%. A principios de año eran el 19,4%. Crecen levemente los que optan por una estructura federal del Estado y siguen siendo amplia mayoría (62,7%) los que consideran 'insuficiente' la autonomía catalana. En cuanto a la valoración de líderes, gana Josep A. Duran, de CiU. Josep-Lluís Carod-Rovira, de ERC, es el más conocido.