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Cuatro guardias civiles serán juzgados por fallecimiento de un detenido

Cuatro agentes de la Guardia Civil serán juzgados el próximo jueves en la Audiencia Provincial de Alicante acusados de presuntas torturas, lesiones, homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro, por el fallecimiento de un

España Redactor

En un escrito con fecha de julio de 2005, la acusación particular pide para J.A.C.R. y S.S.C. sendas penas de 14 años y medio de prisión y diez de inhabilitación por los delitos de torturas graves y leves, de lesiones y de homicidio por imprudencia.

 

También pide 18 meses de prisión, ocho años de inhabilitación y una multa de nueve meses a 18 euros diarios para J.F.A.C. por torturas leves y omisión del deber de socorro, y una multa de seis meses a doce euros diarios para J.G.P. por omisión del deber de socorro.

 

Por su parte, la Fiscalía solicita la absolución de los cuatro procesados, al considerar que los hechos no son constitutivos de infracción penal.

 

Según la calificación del fiscal, el 20 de septiembre de 1999 efectivos de la Guardia Civil detuvieron a J.M.C. y su sobrino R.M.C. y los trasladaron a los calabozos del cuartel de San Vicente del Raspeig.

 

Sobre las 16.15 horas, J.M.C. intentó huir y fue perseguido durante 'una hora y media', en la cual 'escaló paredes, atravesó escombreras y accedió a lugares peligrosos en su afán de evitar' el arresto, que se efectuó en Parque Ansaldo.

 

A las 20.00 horas, J.M.C. y R.M.C. prestaron declaración en el cuartel y fueron trasladados al Hospital de San Juan para una 'revisión rutinaria', en la que el médico no observó 'nada especial' en J.M.C., a quien diagnosticó un 'síndrome de abstinencia leve'.

 

Al día siguiente los llevaron al Juzgado de Instrucción número 1 de San Vicente del Raspeig, donde J.M.C. se 'desplomó', por lo que fue trasladado al Hospital General de Alicante, donde le operaron y se le apreció 'rotura de bazo', y quedó en estado vegetativo hasta fallecer meses después.

 

El fiscal apunta que J.M.C. padecía varias enfermedades que 'le habrían producido un aumento del tamaño del bazo y una fragilidad tal que su rotura pudo ser espontánea o por cualquier mínimo esfuerzo o golpe en la fuga y posterior persecución'.

 

Sin embargo, en su escrito, la acusación particular recoge que J.M.C. fue 'objeto de malos tratos' por parte de J.F.A.C.

y S.S.C.

en el trayecto de Parque Ansaldo al cuartel, algo que 'pudo escuchar el otro detenido desde el calabozo' cuando el vehículo estaba 'en el patio del cuartel'.

 

'Ya en el calabozo y durante el trayecto hasta el mismo', los agentes S.S.C. y J.A.C.R., quienes 'se hallaban en servicio de custodia, propinaron una brutal paliza a dicho detenido, reprochndole haberse escapado', continúa la acusación, quien añade que R.M.C. también fue golpeado con 'menor intensidad'.

 

Añade que cuando fueron trasladados al juzgado por J.F.A.C.

y J.G.P., ambos agentes vieron que el detenido J.M.C. presentaba 'graves signos de deterioro', pero 'no le condujeron a urgencias, justificándolo en que presentaba síndrome de abstinencia'.

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