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Cuerpos armados Guardias Civiles expedientadas por oponerse a los chalecos antibalas masculinos: "Ojalá con el nuevo director cambien las cosas"

La llegada de Féliz Azón, nombrado por el Ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, da esperanzas a las agentes del cuerpo armado que han sufrido situaciones como la que denuncia Pilar Villacorta, que se expone a una sanción de tres meses sin sueldo por "insubordinación" tras ser obligada a ceñirse un chaleco masculino que le oprimía el pecho.

Imagen de archivo de una agente de la Guardia Civil. EFE

La cabo primera de la Guardia Civil Pilar Villacorta puede enfrentarse a una sanción de tres meses sin empleo y sueldo por espetar a su coronel hace dos años: “¿Cómo se sentiría con un tanga?”. El contexto siempre es importante. Él y otros dos agentes trataban de ajustarle un chaleco antibalas masculino que le oprimía el pecho antes de una práctica de tiro. Cinchada, con evidente daño físico y moral, tuvo esa reacción y fue acusada de “insubordinación”. Pero Villacorta no es la única en sufrir la falta de chalecos antibalas femeninos en el cuerpo armado.

“A mí me instruyeron diligencias en agosto de 2016 por negarme a ponerme a un chaleco masculino”, comenta a Público Alicia Sánchez, secretaria nacional de igualdad de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), quien reconoce que tuvo “suerte” ya que el caso se archivó. Eso sí, la sanción se la pusieron: una falta grave, con cinco días de sueldo. “Dentro de lo malo fue lo menos malo, así que encima tengo que conformarme”, afirma.

El asunto de los chalecos especiales para mujeres en la Guardia Civil es, pues recurrente. En el caso de Villacorta, quien fue antecesora de Sánchez en el mismo cargo en la AUGC, tres mujeres tuvieron que intentar adaptarse a los chalecos masculinos durante aquel ejercicio de tiro de hace dos años, tal y como recordaba la semana parada Voz Populi. En su caso concreto, además, no era de su talla, y al tratar de ponérselo entre tres hombres le hicieron daño en el pecho.

Tras aquel periplo, Villacorta fue la que primero denunció por un supuesto delito de abuso de autoridad y extralimitación del mando. "Yo lo denuncié a la jurisdicción militar porque no tengo otra opción, en la vía civil me lo desestimarían al ser guardia civil", comenta a este diario. Los hechos se investigaron y la denuncia fue desestimada en hasta dos ocasiones. "Cuando se cerró el caso, la Dirección General de la Guardia Civil abrió un expediente disciplinario, por eso se ha extendido tanto en el teimpo", comenta la agente.

Ahora, los únicos que pueden poner fin a esa propuesta de falta grave contra Villacorta es el propio director de la Benemérita, Féliz Azón, y en última instancia el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, confirma Villacorta.

“Tenemos esperanzas en que el nuevo director de la Guardia Civil mire un poco mejor los expedientes que se están abriendo a los representantes de la AUGC”, comenta a Público Sánchez, que además expresa su esperanza en que “las cosas cambien” con la nueva dirección, más receptiva a las reivindicaciones de la asociación y que, además, está “bien asesorada en materia de perspectiva de género”.

Sánchez recuerda que en el caso concreto de los chalecos —más bien, la falta de chalecos femeninos y de tallas adecuadas—, además de ser incómodos, pueden afectar a su trabajo. “A veces nos tapa el arma, si son grandes, con los que nos resta operatividad”, confiesa.

"Parece que hay un cambio de postura, de talante, a la hora de hablar con los representantes asociativos por parte del Ministerio", comenta también Villacorta, que añade que "lo que se percibe es un carácter distinto a la hora de dialogar, pero de ahí a que se aborden expedientes como el mío —u otros expedientes abiertos a secretarios provinciales por reclamar derechos laborales, equipamiento material o igualdad de oportunidades— hay un trecho. Y es muy curioso porque, en muchos de estos expedientes, al final, nosotros hemos tenido razón". 

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