Cuevas recibe sepultura en Riaza

La localidad segoviana de Riaza ha despedido hoy al presidente de honor y ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Cuevas, hijo adoptivo del pueblo y en cuyo cementerio, en el panteón familiar, reposan ya los restos del que fuera durante 23 años el máximo representante del empresariado español.

Aunque fueron numerosas las personalidades que durante el día de ayer ya visitaron la capilla ardiente instalada en un tanatorio madrileño, fueron también muchas las personalidades que se acercaron a Riaza, una localidad de poco más de 2.000 habitantes, para dar, junto a cerca de medio millar de vecinos, el último adiós a Cuevas, fallecido el lunes en Madrid a los 73 años .

Representantes empresariales, sindicales y políticos

Destacaron especialmente los representantes del mundo empresarial, como el actual presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el presidente de CECALE, Jesús Terciado, aunque también hubo representción sindical, como el secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, o el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato.

Asistieron asimismo al sepelio el ex ministro de Trabajo, el salmantino Jesús Caldera; el vicepresidente segundo de la Junta de Castilla y León y consejero de Economía, Tomás Villanueva, y el secretario general del PSOE de Castilla y León, Oscar López, que es diputado por Segovia y cuya familia está vinculada a la localidad de Riaza.

Los restos mortales de José María Cuevas llegaron a la iglesia de Nuestra Señora del Manto, cercana a la casa que Cuevas mantenía en Riaza, y en la que solía pasar vacaciones y fines de semana, poco antes de las doce del mediodía, y en la puerta fueron recibidos por su viuda, Pilar Tello, y los cuatro hijos del matrimonio.

El párroco, Antonio Sanz, ofició un responso, para pasar luego al interior del templo, donde se celebró una misa en la que el oficiante destacó el carácter "sencillo y jovial" del fallecido, así como su labor al frente de la patronal, trabajo en el que se esforzó por alcanzar "el bien común y el progreso".

La comitiva fúnebre recorrió a pie la distancia de aproximadamente un kilómetro que separa el pueblo del cementerio de la localidad, donde se dio sepultura a los restos de José María Cuevas, entre las lógicas muestras de dolor de sus familiares más directos.

La localidad de Riaza, a la que Cuevas acudía con asiduidad desde hace cerca de 40 años, vive hoy una jornada de luto oficial por su muerte, decretada por el alcalde, Benjamín Cerezo (PP), por lo que las banderas del balcón consistorial ondean a media asta.