Este artículo se publicó hace 14 años.
Defensa prevé retirar su última estatua de Franco
La figura del cuartel de Melilla depende de un informe
Franco resiste en el cuartel Millán Astray de la Legión en Melilla. El Ministerio de Defensa confirmó ayer que la estatua ecuestre del dictador situada en esta instalación militar se encuentra entre los cuatro vestigios del franquismo cuya conservación o retirada aún no se ha decidido.
Fuentes del departamento que dirige Carme Chacón alegaron que están a la espera de recibir el visto bueno de la comisión de Cultura que, según la Ley de Memoria Histórica, tiene la última palabra sobre el futuro de aquellos elementos sobre los que hay dudas sobre su valor artístico o histórico.
El ministerio ha eliminado 321 de los 405 símbolos catalogados
Según detalló el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, ante la Comisión de Defensa del Congreso, el Ministerio ya ha retirado 321 de los 405 símbolos del antiguo régimen que conservaban las instalaciones de los tres ejércitos.
De otros 80, ya ha comenzado los trabajos para removerlos. De diez más ya se ha tomado la decisión de conservarlos. "Algunos no son ni símbolos franquistas", justificaba a este diario un alto cargo del departamento, que ponía como ejemplo un escudo de la Armada, del que se desconocía su origen y que finalmente se ha determinado que no tiene relación con el franquismo. Sobre los últimos cuatro, entre ellos la última estatua ecuestre de Franco, se está pendiente de sendos informes de Cultura, según recalcó Méndez.
Retiradas de bajo costeEn su comparecencia, el número 2 de Defensa aseguró que en las próximas semanas se habrán terminado los trabajos de retirada de todos los vestigios. Trabajos que calificó "de bajo coste" y "escasa complejidad" en la mayoría de los casos.
Sin embargo, este no es el caso de la estatua del cuartel de Melilla. Según fuentes del ministerio, el principal obstáculo para removerla es, precisamente, "lo complicado de su retirada, que obliga a echar abajo uno de los muros del cerramiento del patio donde se encuentra, que sí tiene un valor arquitectónico".
Es sobre este punto sobre el que Cultura debe manifestarse. De hecho, estas fuentes aseguraron tener ya claro el destino de la estatua en caso de recibir el visto bueno de la comisión: "Un almacén".
Para lo que aún no hay fecha, sin embargo, es para el cambio de denominación de aquellos cuarteles e instalaciones militares que evocan aún a militares del régimen anterior. En una respuesta parlamentaria remitida el pasado 15 de febrero al diputado de IU, Gaspar Llamazares, Defensa reconocía que las modificaciones se pondrán en marcha en breve, "previo estudio de la nueva denominación" que adoptarán.
Méndez se limitó ayer a asegurar que lo único que está próximo es el listado de las instalaciones afectadas.
Aún menos explícito fue sobre el futuro de los títulos nobiliarios y condecoraciones concedidas por la dictadura a generales golpistas, a Hitler y a Mussolini. Llamazares le exigió su retirada. El número 2 de Defensa eludió responderle.
El breve debate parlamentario sirvió también para que el diputado socialista Jesús Cuadrado criticase al alcalde de Roa (Burgos), David Colinas (del Partido Popular), por prohibir la presentación en un local municipal de un libro sobre represaliados del franquismo en la Ribera del Duero, titulado Semilla de libertad y escrito por José María Rojas.
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