La entrada de María Dolores de Cospedal en el Gobierno de Castilla-La Mancha el pasado mayo ha supuesto a los beneficiarios de la Ley de la Dependencia dejar de cobrar las ayudas. Lo ha denunciado la recién constituida Plataforma por la Dependencia de Castilla-La Mancha, formada por familiares de dependientes, en una carta que ha remitido a Cospedal.

También lo denuncian a Público fuentes del sector, que piden mantener el anonimato por miedo a represalias. Destacan que los teléfonos de atención a los ciudadanos echan humo por las llamadas de miles de personas dependientes 'desesperadas'. Por ejemplo, muchas de ellas temen que les echen de la residencia donde les atienden ya que no pueden pagarla, al no recibir la ayuda económica. Otras familias tampoco pueden seguir pagando a la asistente que cuida del dependiente y miles de mujeres no cobran la ayuda al cuidador familiar.

Casi 75.000 personas de Castilla-La Mancha tienen derecho a una ayuda y, de estas, 67.000 la recibían antes de las elecciones. Las ayudas no han llegado a ninguna de estas personas en junio, julio ni agosto. Este periódico intentó sin éxito recoger la versión de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales. Hace unos días, el portavoz de la Junta, Leandro Esteban,admitió que había 'retraso' en el pago de las ayudas, pero tiró balones fuera y aseguró que la situación se da desde hace 'más de un año, por no ir más allá en el tiempo', cuando gobernaba el PSOE.

Castilla-La Mancha siempre ha ocupado, junto a Castilla y León (PP) y Euskadi (PSE), uno de los tres mejores puestos en el Dictamen de Dependencia, por su buena gestión. 'Que ahora se tire al traste todo ese desarrollo, sería gravísimo', denuncia el presidente de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, que hace este estudio semestral, José Manuel Ramírez.