Este artículo se publicó hace 13 años.
Las derechas suman más que nunca
El conjunto de partidos conservadores bate récords porque la subida de las izquierdas minoritarias no compensa la sangría del PSOE
Ante el tsunami del 20-N, un izquierdista optimista podría buscar consuelo en el siguiente argumento: el PP ha ganado por mayoría absoluta, sí, pero sólo porque el PSOE se ha hundido como consecuencia de su giro a la derecha de mayo de 2010 y muchos de sus electores se han pasado a Izquierda Unida.
No hay duda de que el fenómeno se ha dado. Pero es incompleto para explicar el tsunami conservador: de los 59 escaños que pierde el PSOE, IU gana sólo nueve.
El centro derecha logra el 55% de los votos y la izquierda retrocede al 39,5%
Y aunque con una ley electoral más proporcional IU conseguiría más, la realidad es que el 20-N no es sólo un triunfo del PP, sino de todas las familias de raíz conservadora: nunca en democracia las distintas formaciones de centro derecha entre las que destacan también CiU y el PNV habían sumado tantos votos (13,5 millones), tanta distancia con las izquierdas (casi cuatro millones), tanto porcentaje conjunto (55,8%) y tantos escaños (215).
El fenómeno ya se apuntó en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo: el hundimiento del PSOE no implica un crecimiento equiparable en las izquierdas alternativas o nacionalistas. Estas pueden aguantar (ERC, BNG) o incluso crecer (IU), pero el nuevo caudal de votos que reciben nunca compensa las pérdidas del PSOE, que sufre también sangrías hacia la abstención o hacia su derecha.
Desde que en 1982 culminó la Transición y la victoria del PSOE de Felipe González dio origen al sistema de partidos que, a grandes rasgos, sigue vigente, sólo en 2000 el conjunto del centro derecha había conseguido más sufragios que el centro izquierda.
La diferencia en votos llega a los cuatro millones; en 2000 fueron 1,7
El precedente de 2000El escenario de ahora es parecido al de 2000, pero aumentado: el centro derecha ha pasado al 55,8% (en 2000 reunió el 51,3%), mientras que las izquierdas caen al 39,5%, con lo que se sitúa por vez primera desde la recuperación de la democracia por debajo del 40% y de los 140 escaños.
Para establecer estos porcentajes, Público ha tenido sólo en cuenta las formaciones con escaño. Si se agregara Equo, el porcentaje de las izquierdas ascendería al 40,38%. Ya por encima del 40%, pero igualmente el peor dato en 34 años de democracia.
Las izquierdas caen en todas las comunidades, salvo Euskadi y Navarra
Las cifras en las que ahora queda reducida el centro izquierda son incluso peores que las cosechadas en los comicios de 1977, organizados por un Gobierno predemocrático y con el Ejército vigilante. Entonces, las izquierdas sumaron 146 escaños y el 44,5% y el PSOE logró ocho escaños más que ayer pese a competir con otro importante partido socialista y con el Partido Comunista, que dobló en escaños el resultado que ayer tanto festejó su sucesor, IU.
Ni siquiera si se colocara Unión Progreso y Democracia (UPyD) en el campo del centro izquierda mejoraría este polo los escaños obtenidos en conjunto en 2000.
Ubicar a esta formación en el clásico esquema izquierda-derecha es complejo porque reúne componentes muy diversos y el propio partido rechaza hacerlo. Pero Público ha optado por situarlo en el polo de centro derecha por varias razones: porque en el actual ciclo político en la UE, marcado por la crisis, la mayoría de partidos liberal progresistas equiparables gobiernan en coalición con los conservadores, como en Alemania y Reino Unido, por los apoyos que ha recibido de la derecha mediática y por el componente populista de un partido construido a imagen de su líder.
El PSOE supera al PP en sólo siete de las 50 ciudades con mayor población
Corrimiento de tierrasEl corrimiento de tierras general hacia la derecha se ha dado también en los lugares donde la izquierda es más plural y los electores no limitan sus opciones al PSOE e IU.
En la Comunidad de Madrid, donde Equo contaba con posibilidades de obtener escaño, la izquierda en su conjunto, incluyendo la ecologista, se ha dejado 8,35 puntos con respecto a 2008. En Catalunya, donde concurre ERC, el crecimiento simultáneo de CiU y el PP explica que el centro derecha logre diez puntos de ventaja cuando en 2008 quedó 20 por debajo.
Aragón ha seguido el mismo patrón: pese al éxito de la coalición de la Chunta e IU, el centro izquierda en su conjunto se deja 12 puntos por el camino. También Galicia: el BNG aguanta, pero las izquierdas ceden diez puntos, pese a incluir a IU y Equo, que no logran representación. Incluso en el País Valencià, que el 22-M fue una excepción al corrimiento de tierras, la suma de socialistas, IU y Compromís cae seis puntos con respecto a 2008.
En las grandes ciudades el paisaje es idéntico: sólo en siete de las 50 urbes con mayor censo los socialistas han quedado por encima del PP: Barcelona, L'Hospitalet, Sabadell, Terrassa, Badalona, Donostia y Gijón. Pero en tres de ellas Barcelona, Badalona y Gijón, el conjunto de derechas suma más sufragios que las izquierdas. El voto urbano ha apostado sin apenas matices por las derechas en general y el PP en particular. Y el rural, también.
La única excepción se da en Euskadi y Navarra, pero en un contexto tan particular como el retorno de la izquierda abertzale a las instituciones a través de Amaiur, que ha hecho bascular formalmente el mapa hacia la izquierda. En Navarra, la coalición entre el PP y UPN incluso retrocede en porcentaje. Muy poca excepción para una regla tan rotunda.
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