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Desmantelados los "clanes mafiosos" que controlaban la noche madrileña

Entre sus planes estaba comprar el aeropuerto de Ciudad Real para introducir cocaína

AGENCIAS

La Policía ha desmantelado dos 'clanes mafiosos' que controlaban la noche madrileña y ha culminado así una operación de casi tres años en la que han sido arrestadas en total 150 personas, intervenidos 27 millones de euros y decomisados 300 kilos de cocaína.

En la última fase de la que inicialmente se denominó operación Ébano, que ha tenido numerosas ramificaciones, han sido arrestadas 49 personas, de las que 27 pertenecían supuestamente al 'clan de los búlgaros', relacionado con la seguridad en locales de ocio nocturno y el narcotráfico, principalmente de la Comunidad de Madrid.

Los otros 22 detenidos en esta fase final pertenecían al 'clan de los boxeadores' y formaban parte de la 'oficina de cobros' que se dedicaba al ejercicio de la violencia contra grupos rivales y al cobro de deudas o imposición de multas por impagos en la venta de estupefacientes. La Policía Nacional ha desarrollado la operación, en colaboración con organismos norteamericanos, colombianos y holandeses

Se trata de una de las operaciones más importantes contra el crimen organizado en España, en la que se ha detenido a sus máximos exponentes durante los últimos 15 años, como ha afirmado este jueves en rueda de prensa el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), Serafín Castro.

Según Castro, el 'clan de los búlgaros' estaba relacionado con la seguridad en locales de ocio y el narcotráfico en Madrid siendo empleados por la red para hacer 'los trabajos más sucios'. De hecho, uno de los ahora detenidos llegó a afirmar que cuando le vieran con traje es que 'alguien va a morir'. También desalojaban viviendas a la fuerza y extorsionaban a los clientes adinerados que acudían a los locales de ocio que dirigían.

El 'clan de los boxeadores' se encargaba de 'trabajos más finos', en palabras del comisario, centrándose en el cobro de deudas por retrasos en los pagos y en dar palizas a grupos rivales.

La macro operación comenzó en enero de 2009, con el asesinato de uno de los porteros del 'clan de los búlgaros', Catalin Stefan Cracion, en un tiroteo a las puertas de la discoteca Heaven. A partir de ahí se constituyó un grupo de trabajo conjunto para tratar de saber qué se 'cocía' en la noche madrileña.

La operación comenzó a raíz del asesinato de uno de los porteros del 'clan de los búlgaros'

Los policías descubrieron que en algunos locales se traficaba con droga, procedente de Sudamérica, y que quienes la suministraban eran los propios porteros. También consiguieron descodificar su propio lenguaje: las transacciones se hacían, con el fin de despistar, utilizando la palabra pollo en lugar de gramo.

Uno de los cabecillas de la trama detenido fue el empresario Lauro Sánchez Serrano, quien capitaneó una operación para tratar de introducir la droga en España por vía marítima desde Sudamérica en 2009 y 2010, un plan que fracasó hasta en cuatro ocasiones. Entonces se decantaron por introducir la cocaína a través de contenedores. Uno de ellos fue incautado por la policía descubriendo en su interior hasta 200 kilos de este estupefaciente.

Pero sus planes no quedaron ahí ya que Serrano llegó a ponerse en contacto con un empresario del mundo inmobiliario, cuya sociedad 'cotiza a día de hoy en Bolsa', como ha desvelado el comisario, y con otro relacionado con el mundo de la aeronáutica. 'Quería comprar en exclusiva la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real para traer (material) desde Africa y Sudamérica. Pretendían traer entre ocho y diez toneladas mensuales de cocaína a España', ha detallado Serafín Castro.

Además de Lauro Serrano y la 'Reina de la coca', también fue detenido dentro de la macro operación el boxeador Pablo Navascués y David Lozano, presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de un portero de la discoteca Amnesia en el año 2000. Se autodenominaba 'uno de los Miami iraníes' y se había hecho la cirugía en la cara para no ser reconoció.

El entramado delictivo operaba en España desde hace más de una década Los policías han explicado cómo distribuían la droga. Lo que hacían era sacarla de naves en partidas de 5 o 10 kilos escondidas en mochilas, que eran transportadas en motocicletas de gran cilindrada. Para imposibilitar el seguimiento, a medio camino la mochila pasaba a otras manos. El destino final era un chalet en Rivas, donde se almacenaba y vendía con destino a Madrid, Valencia o Andalucía.

Para blanquear el dinero se utilizaba un despacho de abogados de Madrid, también detenidos, los propios locales de ocio y un gimnasio. También realizaron operaciones de blanqueo en el extranjero con compra y venta de automóviles de alta gama. El entramado delictivo operaba en España desde hace más de una década.

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