Este artículo se publicó hace 16 años.
Detenido un policía en una operación antidroga en Madrid
La red, desmontada con 38 detenidos, introducía cocaína con el apoyo de trabajadores de Aena
El origen de la droga: Colombia. El medio de transporte: aviones comerciales de una misma línea aérea de bajo coste. El destino: su venta en Madrid y Valencia. La red de narcotráfico desmantelada ayer contaba con apoyos en todos los puntos. Entre los 38 detenidos en tres fases por la Policía Nacional hay empleados del aeropuerto de Barajas, de una aerolínea (no ha trascendido cuál) y un subinspector de policía de Torrejón de Ardoz (Madrid) que contaba con dos bares de copas desde donde se vendía la cocaína. Todos excepto el agente son de origen colombiano.
A los diferentes detenidos se les acusa de delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales e inmigración clandestina. El origen de la operación Rosales se remonta a octubre, cuando la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsificación recibió una información sobre actividades ilícitas en las que podría estar implicado un agente.
20 años de experiencia
El agente implicado es el subinspector de Policía Nacional de la comisaría de Torrejón de Ardoz, Antonio M. P.. Algunos compañeros del policía detenido aseguraron ayer que no tenía mancha alguna en su expediente. Con una trayectoria sin sobresaltos de más de 20 años de experiencia. Sin embargo, estas mismas fuentes afirmaron que desde que se casó con una mujer colombiana, las sospechas sobre la integridad de este experimentado policía empezaron a surgir por su actitud proclive al ambiente de los bares de copas.
Antonio M. P. es el único ciudadano español entre los 38 detenidos. Regentaba el bar Los Rosales en el centro de la localidad del sur de Madrid, uno de los locales desde donde se distribuía la droga y se blanqueaban los ingresos del narcotráfico. Regentaba ese local junto a su mujer –también detenida– desde hacía tres años. La otra discoteca que le servía de tapadera, el Sabor a Caney, era de su propiedad desde hacía poco más de un año, según los comerciantes vecinos.
La red ha quedado desmantelada por completo. El cabecilla señalado por la Policía Nacional es Diego León C.S., detenido y sobre el que pesaba una orden de búsqueda y captura de la Audiencia Nacional por asesinato y agresión con arma de fuego. Otro de los líderes, también detenido, es Juan José C.T. que fue apresado en Valencia junto a otras 16 personas con acusaciones de delitos por falsificación documental e inmigración clandestina.
El desencadenante de la operación se produjo el pasado 11 de junio. Ese día fue intervenido un paquete postal y una maleta, procedente de Caracas (Venezuela) que debía embarcar hacia Ibiza, pero que trabajadores del aeropuerto de Barajas debían distraer para dejar en Madrid 17 kg de cocaína ocultos en su interior. La intervención culminó con la detención de nueve personas, empleados del aeropuerto en carga y descarga, repartidores de maletas o trabajadores de empresas de paquetería.
La investigación llevó hasta una aerolínea de bajo coste utilizada para el transporte de la droga. En una segunda oleada fueron detenidos el resto de los 38 miembros de la red, entre los que había más trabajadores del aeródromo como conductores de las jardineras –autobuses que llevan a los viajeros hacia las terminales–.
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