Este artículo se publicó hace 16 años.
El equipo de Gallardón celebra "la primera derrota" de Aguirre
La batalla por la presidencia de Cajamadrid deja a un PP regional "roto" de nuevo en dos sectores
Desde el Ayuntamiento de Madrid piensan que es la "primera batalla de poder que pierde Esperanza Aguirre" desde que es la presidenta de la Comunidad de Madrid. Y desde el Gobierno regional afirman que no hay "ninguna guerra con Alberto Ruiz-Gallardón porque de lo que se trata es de cumplir la ley". Pero la pelea entablada en torno a la presidencia de Cajamadrid, entidad financiera que dirige Miguel Blesa, ha logrado "romper por completo" al PP madrileño, según admiten fuentes conservadoras.
Desde la sede nacional callan. Mariano Rajoy prefiere mantenerse neutral. Su discurso es que "los partidos políticos no deben interferir en la vida de las cajas de ahorro". Desde el Congreso, algunos diputados del PP ya han comenzado a sacar sus propias conclusiones. "Es un despropósito", señala uno de ellos. Confiaban en que después de la pelea por ir en las listas por Madrid el 9-M, ambos dirigentes harían lo posible por evitar un nuevo enfrentamiento público. Pero el pulso sigue vivo. Y, tal y como recuerdan desde el PP, "en esta lucha perdemos todos porque es nuestra imagen la que sale perjudicada".
Ajenos a los recados, "aguirristas" y "gallardonistas" siguen midiendo sus fuerzas. Tras la reunión de la Asamblea de la caja, el pasado lunes, donde se aprobó la lista de entidades representativas que formarán parte de sus órganos de gobierno, el equipo de Aguirre cargó contra los ediles de Gallardón por apoyar a Blesa. Estos explicaban este miércoles que al tratar de echar al presidente de la entidad lo único que había conseguido Aguirre era alinear al resto de participantes en la reunión contra ella.
La presidenta madrileña aseguraba ayer en 59 segundos (TVE-1) que en cinco años al frente de la Comunidad "jamás" había intervenido en las decisiones de la caja. Pero, en cualquier caso, Blesa ya había ganado su primer round. Los colaboradores de Gallardón, con Manuel Cobo a la cabeza, le respaldaron y lo seguirán haciendo en 2009, cuando se plantee su reelección. Ahora, lo que temen fuentes municipales, es que Aguirre modifique la Ley de Cajas de 2003 para que la Asamblea de Madrid gane peso y se especifique una limitación de mandato para esta entidad que se le pueda aplicar directamente a Blesa.
Hay quien mantiene que su deseo es poner al frente de Cajamadrid a su mano derecha, Ignacio González, o a Manuel Pizarro.Desde el PSOE piensan que es "prematuro hacer quinielas", hasta no ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Ayer, el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez,anunciaba que no le parecía "el mejor momento" para cambiar la ley. "No parece muy razonable hacerlo para echar a Blesa", denunciaba.
"Ganar tiempo"Fuentes de la dirección federal socialista explicaban que lo único que busca Gómez con ello es "ganar tiempo". Y lanzaron una advertencia al alcalde madrileño: "Si lo que hace finalmente el PP es plantear esta cuestión en términos de lucha política, es posible que a los socialistas les interese que gane Aguirre".
En el Grupo Parlamentario Popular advierten que este choque no le conviene a la cuarta institución financiera de España y menos aún en plena crisis económica. Con ellos coincide el PSOE, donde se muestran "horrorizados" por lo que está sucediendo.
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