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ERC pide volver a ser interlocutor del Gobierno

Los republicanos se van de vacío con Cercanías y el catalán. Denuncian una 'lluvia ácida' del Estado contra el autogobierno.

FERRAN CASAS

La pasada legislatura no acabó bien entre el PSOE y ERC. En esta los independentistas intentan empezar una nueva vida en Madrid. Su portavoz debutante, Joan Ridao, explicaba después de una inaudita autocrítica que llegan 'más escépticos'. También menguados pero pese a todo aclaró que quieren 'interlocución' con el Gobierno, más después de presenciar, no sin inquietud, la luna de miel entre Zapatero y Duran y las ofertas del primero al PP.

Ridao recordó lo que 'en el terreno social' aportó Esquerra cuando era socio y lamentó la actitud de Zapatero en 'los incumplimientos' del Estatut o los pactos 'con la derecha' sobre la legislación en Seguridad Social o la reforma fiscal. Zapatero negó la mayor arrogándose un 'profundo progresismo' que, según él, no admite parangón con otros gobiernos del mismo signo. Sobre el Estatut recordó el coste que para él tuvo su trámite.

Ridao, que abrió turno pidiendo en catalán -ante el silencio de Bono- que su lengua tenga carácter oficial en las Cortes, trasladó a Zapatero que ahora puede contar con Esquerra 'para hablar de todo' y definió el día de ayer como 'punto de partida'.

Voto incógnita

Pero si el independentista, a quien Zapatero trató con guante blanco pero guardando distancias, esperaba argumentos para pasar del no a la abstención lo tendrá difícil. Más en el contexto pre-congresual de su partido. En los temas que Ridao expuso (algunos ciertamente inasumibles para un inquilino de la Moncloa) no hubo respuesta afirmativa presidencial.

El líder del PSOE se comprometió, sin detalle alguno, a traspasar los trenes de Cercanías 'en condiciones', a 'mantener abierto' valorar el uso del catalán en las instituciones del Estado pese a que el castellano es 'la lengua mayoritaría', a 'seguir trabajando' por el retorno de los papeles de Salamanca expoliados por Franco a los particulares y a 'defender' convertir el Senado en cámara territorial. De que las selecciones catalanas compitan oficialmente ni hablar quiso.

El portavoz de Esquerra pidió a Zapatero, ya en su rol de representante del segundo partido del Govern, que cumpla el Estatut y sea 'leal'. En lo que se refiere a las balanzas fiscales pidió saber el método de cálculo. Obtuvo un silencio inquietante.

Ridao lamentó la poca predisposición española al federalismo, denunció la 'lluvia ácida' de los ministerios contra las competencias autonómicas y puso encima de la mesa el derecho de los catalanes a decidir su futuro.

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