Este artículo se publicó hace 13 años.
España exige que Europa pague el error alemán
Los ministros de los 27 celebran hoy una cumbre especial sobre la crisis de la E. coli. La UE alerta de la "caída del consumo" de hortalizas
La Unión Europea debatirá hoy ayudas para el sector hortofrutícola tras el daño a su imagen producido por la alerta sobre los pepinos españoles. La Comisión Europea hará una primera propuesta en la reunión extraordinaria de los ministros de Agricultura que se celebrará hoy en Luxemburgo. Aunque en la reunión no se alcanzará un acuerdo preciso, sí se debatirán "medidas concretas", según el portavoz comunitario de Agricultura, Roger Waite.
Los fondos que España logre arrancar de la reunión el encuentro, extraordinario, se había convocado inicialmente para el próximo día 17 se sumarán a las medidas ordinarias que llegarán desde la Organización Común de Mercados. Estas están destinadas fundamentalmente a la retirada de los excedentes de producción, del mismo modo que habría ocurrido en caso de inundación o sobreproducción.
Aguilar exige resarcir "al 100%"los daños sufridos por los productores
Al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino le toca ahora batirse por las extraordinarias, que se destinarán en su mayor parte a compensar a los agricultores y a realizar campañas de promoción y a recuperar la confianza de los consumidores. Tanto los productores como el Gobierno insisten que la sensibilización es, incluso, prioritaria frente a las indemnizaciones o subvenciones de la UE, pues es la clave para reactivar el mercado.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, asiste a la reunión y exigirá a la UE resarcir "al 100%" los daños sufridos por los productores españoles a causa de la crisis. Sin embargo, las ayudas que conceda la UE no llegarán a todos los afectados. Por ejemplo: los empleados eventuales que han permanecido dos semanas inactivos tendrán muy difícil ser indemnizados por el parón laboral involuntario que sufrieron, ya que no pueden justificarlo objetivamente.
Por otra parte, el margen de financiación de la UE es limitado, pero incluye dos posibilidades. Si los 27 se ponen de acuerdo, los fondos comunitarios de la Política Agraria Común pueden cofinanciar compensaciones en pie de igualdad con los estados miembros que alcanzarían entre el 5% y el 10% del volumen de la producción anual.
Las ayudas podrían alcanzar el 10% del volumen de producción anual
El otro instrumento son las ayudas de Estado que cada país podría garantizar a los productores afectados. En la actualidad, la legislación europea de Competencia permite ayudas de hasta 7.500 euros por explotación en un periodo de tres años. Si un Gobierno decidiese superar ese umbral, tendría que notificar la cuantía a Bruselas para que el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, decidiese si el subsidio distorsiona la competencia con el resto de explotaciones.
Pendientes de RusiaAyer, el Ministerio seguía pendiente de las noticias que llegasen desde países como Rusia, que mantiene bloqueadas todas las importaciones de hortalizas europeas. Cuanto más se alargue el bloqueo, las ayudas que España solicitará a la UE serán mayores. Esta incertidumbre es uno de los numerosos factores que impide todavía conocer el montante económico que necesitará España.
La UE revisará el sistema de alerta que provocó la falsa alarma
Sobre el consumo interno, la Comisión Europea alertó ayer de que "en los últimos días" se ha producido una "caída del consumo" de hortalizas en la Unión Europea.
Según el portavoz comunitario de Agricultura, Roger Waite, esa bajada en la demanda afecta a "toda Europa", algo que requiere una "solución europea" a la crisis originada en Alemania. El Ejecutivo comunitario eludió ayer dar más datos sobre la caída del consumo, pero advirtió de que el sector agrícola podría sufrir consecuencias graves si no se encuentra con rapidez la causa.
Evitar fallos futurosPor otra parte, el enfado de España de las últimas semanas ha surtido efecto. La UE anunció ayer que, al fin, revisará su sistema de alerta para evitar en el futuro la presunción de culpabilidad de alimentos como causa de un foco de contaminación alimentaria. Una reunión de ministros de Sanidad celebrada ayer en Luxemburgo acordó hacer "ajustes" al mecanismo, activado para los pepinos de dos explotaciones españolas tras la denuncia de Alemania, para evitar que "cualquier declaración" dañe mercados como el español, según explicó el comisario europeo John Dalli.
La iniciativa fue propuesta por Leire Pajín, la titular española, y logró el respaldo de una mayoría de países, incluyendo Francia, Polonia o Italia. A pesar de que la gestión de la crisis ha puesto de manifiesto deficiencias en los métodos de alerta, Bruselas evitó de nuevo criticar al Gobierno alemán. "Lo que se ha hecho es lo que se tenía que hacer", aseguró Dalli, quien justificó las medidas salidas de Hamburgo porque pretendían "proteger a su población de un potencial peligro sanitario".
Con la modificación del sistema, cualquier alerta sobre un producto concreto estará "unido a las pruebas científicas" y no a sospechas que pueden acabar siendo catastróficas para los productores. Pajín aseguró haber mostrado su "profundo malestar" ante su colega alemana por la gestión de la crisis de las autoridades de Hamburgo.
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