Apenas arañó espacio entre las crónicas parlamentarias del pasado jueves una frase soltada casi de pasada en medio de un largo debate en el Congreso sobre la segunda reforma financiera del Gobierno de Mariano Rajoy. La pronunció la portavoz de Coalición Canaria (CC), Ana Oramas. Ella subrayaba cómo su partido por responsabilidad respaldaría el texto del Ejecutivo, como en mayo de 2010 se abstuvo en la votación del drástico y dramático tijeretazo social del Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. El país estaba entonces, como hoy, al borde del abismo, de la intervención. Cristóbal Montoro, en la pasada legislatura portavoz económico del PP, intentó persuadir a Oramas de que rechazara el decreto ley. Con este argumento: 'Que caiga España, que ya la levantaremos nosotros'.

Desde el pasado jueves, el hoy ministro de Hacienda y Administraciones Públicas no había respondido por aquella inédita sentencia de muerte que entonces desearon los conservadores. Pero la cuestión la suscitó esta tarde, en la sesión de control al Gobierno, José Miguel Camacho, portavoz adjunto del Grupo Socialista en el Senado. '¿Es para usted una prioridad levantar España?', le inquirió, ciñéndose primero a la formulación estricta de su pregunta. 'España se levanta sola, España es un gran país, señoría [...]. Hay políticas de Gobiernos que arruinan España, que la sumen en el paro, que le hacen perder credibilidad e imagen, pero somos ese gran país que cuando se pone en marcha es capaz de liderar a Europa entera en crecimiento, en creación de empleo, en aumento de renta y a la vez en internacionalización'. 

El senador del PSOE le dice que aunque quisiera 'tirar por los suelos'  a España, nunca lo lograría

Camacho dejó toda su munición para la réplica, retomando el hilo lanzado por el ministro: 'Estoy de acuerdo con usted: España es un gran país e incluso aunque haya políticos, como es su caso, que intenten tirarla por los suelos, no lo van a conseguir nunca'. El senador retó a Montoro a desmentir a Oramas si lo que ella dijo en la tribuna, y a la vista de todos, no era cierto. Porque lo que revelaba esa confesión era que el PP no sólo optó por 'no ayudar' a Zapatero, que podría ser 'respetable', sino que buscó 'convencer a otros partidos' de que era mejor que España cayera. El parlamentario por Toledo tiró después de ironía, llevándose la situación de 2010 al presente: '¿A qué se refería con aquello de que 'Ya la levantaremos nosotros'? ¿A la prima de riesgo? ¿Al paro? ¿A la bolsa? ¿O a lo mejor a la amnistía fiscal?'. Por todo ello, por ese comportamiento 'desleal' con España que no merecería, añadió, que le tuviese a él como ministro 'ni un minuto más'. 

Montoro no entró al cuerpo a cuerpo. No desmintió a Oramas, y atizó a los socialistas por hacer oposición recurriendo a 'chascarrillos del pasillo'. El titular de Hacienda reconoció que fue 'crítico con partidos políticos que estaban apoyando al Gobierno socialista'. 'Pues claro que sí, porque son los que estaban arruinando a mi país, a España. Eso es lo que estaba haciendo en ese momento también –y lo voy a decir con todas las palabras– Coalición Canaria, apoyando una política que estaba arruinando a España, señorías', soltó con sorna, entre las protestas de la bancada socialista y los aplausos de su grupo. De nuevo, Montoro contrapuso el modelo del PP, de los políticos que cuentan con las mismas 'credenciales' que en 1996 permitieron 'fundar el euro' y liderar el crecimiento en la UE, con el paradigma del PSOE, que sólo sabe llevar al país 'a la ruina'.