Agentes del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil y de la Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Sevilla a un pequeño empresario, Manuel G. C., como presunto autor de más de 10.000 microestafas que nunca superaban los 24 euros y con las que consiguió, en sólo tres meses, un botín superior a los 140.000 euros.

El empresario, que ya había sido arrestado hace tres años por un delito similar, hacía envíos masivos de mensajes a móviles a través de una empresa de publicidad asentada en Liechtenstein en los que incitaba a los receptores a hacer una primera llamada a un número 905, de tarificación especial, si querían recibir un supuesto 'paquete'. Para dar credibilidad a este primer SMS, utilizaba el nombre de una inexistente empresa de paquetería, BHL, de nombre muy similar al de una multinacional.

Aquellos que caían en el engaño y telefoneaban, eran invitados entonces por una grabación con voz femenina a enviar un primer SMS Premium, también de tarificación especial, con la promesa de recibir un 'paquete vacacional' que les permitiría pernoctar gratis en un hotel. Se iniciaba en ese momento un intercambio de mensajes entre un programa informático ideado por el presunto estafador y las víctimas, en los que éstas debían mandar un mensaje tras otro con sus datos personales si querían recibir el regalo. En el primero, su nombre. En un segundo, los apellidos. En el tercero, la edad... Así, hasta veinte. Cada uno de ellos de un coste superior a un euro.

Entre los destinatarios de sus mensajes estaba el comandante de la Guardia Civil que lo detuvo.