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La familia carga contra las lagunas del fallo y llama a la movilización

El CGPJ apoya al tribunal y avisa contra las opiniones peyorativas 'que atentan contra la Justicia española'

OLIVIA CARBALLAR

'El juez ha ido cogiendo de uno y de otro dependiendo de cómo le venía bien para justificar las pruebas de ADN'. 'Parece que hay personas que pueden confirmar todo lo que no sabe nadie'. 'Si ya tenían una idea, para qué meten al taxista [que derribaba la coartada de Francisco Javier Delgado]'. Todas estas frases fueron pronunciadas ayer por Antonio del Castillo, el padre de Marta, en una rueda de prensa en la puerta de su casa, donde lo primero que hizo fue pedir perdón a sus hijas por traerlas 'a un país donde no hay justicia'. También llamó a la sociedad a sumarse a una manifestación, aún sin fecha.

Las reacciones en cadena en la calle y en las redes sociales contra la sentencia que ha condenado a Miguel Carcaño a 20 años por el asesinato de Marta del Castillo y ha absuelto a los demás adultos, han llevado incluso al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a emitir una nota de apoyo al tribunal, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla, en la que defiende la 'independencia, imparcialidad y neutralidad que caracterizan la labor jurisdiccional, principios que son pilares en un Estado de Derecho'.

'Es penoso que un juez me diga que hay un desconocido', se queja el padre

El CGPJ avisa además de que aunque la 'discrepancia y la crítica forman parte esencial de una sociedad democrática', 'estas no pueden servir de cobertura para valoraciones peyorativas y comentarios que atentan contra la honorabilidad del Tribunal y de la Justicia española'. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Ángel del Río, absolutamente comprensivo con la reacción de unos padres que han perdido a su hija, también reprochó ayer que se esté poniendo 'constantemente en entredicho la verdad judicial'. Y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, insistió en que lo que ha fallado es la legislación. 'Con toda sinceridad, quienes hemos fallado somos los legisladores que no le hemos dado a la Sala los instrumentos legales adecuados para que determinadas conductas, como puede ser en este caso además del asesinato, la ocultación del cadáver, no tengan el reproche penal que merecen', afirmó en el programa Al Rojo Vivo, de La Sexta.

La sentencia se basa fundamentalmente en la falta de pruebas objetivas para condenar a los tres absueltos Francisco Javier Delgado, Samuel Benítez y María García y considera que todo lo demás es insuficiente para tumbar la presunción de inocencia.

Es cierto que la sentencia del menor apodado el Cuco incluía, aunque sin citar sus nombres, a Benítez y a Delgado además de a Carcaño y al menor. Pero ya ese juez avisaba de que sólo juzgaba al Cuco y en la nueva sentencia los magistrados siguen advirtiendo que aquella primera resolución no les vincula. Partiendo de que jurídicamente la sentencia se ajusta a derecho los jueces han condenado hasta donde las pruebas les han permitido, sí existen lagunas que no sólo no aclaran lo que sucedió aquel 24 de enero de 2009 sino que embrollan aún más el asunto.

Gallardón lamenta que conductas como ocultar el cuerpo no estén penadas

Encubrimiento

Los magistrados introducen una tercera persona desconocida que desconcierta en tanto en cuanto nadie menciona a ningún implicado más aparte de los enjuiciados y tampoco sería necesario o, al menos, determinante para hacer desaparecer el cuerpo. Según la sentencia, Carcaño mató a Marta y junto al Cuco y un 'tercero desconocido' se deshicieron del cadáver. 'Que me lo diga un niño de 7 años, que vea un amigo invisible, me lo creo; pero que un juez diga eso me parece muy penoso', afirmó ayer el padre de Marta. '¿O es que Carcaño abre la puerta y dice a cualquiera acabo de matar a una amiga, ayúdame a hacer desaparecer el cuerpo?', continuó la madre de la joven, Eva Casanueva. Según el profesor de Derecho Penal de la Universidad de Sevilla Juan Antonio Martos, todo esto genera un 'inmenso dolor a la familia, a quien es muy difícil hacerle entender que pueda haber lagunas'. 'Los jueces no le ponen nombre a esa tercera persona, sabemos que no es ninguno de los absueltos. Pero ¿quién es?', reflexiona Martos.

El fallo, que contradice el del 'Cuco', embrolla aún más el caso

Contradicciones

La sentencia es pobre en lo que se refiere a la desaparición del cuerpo, sobre todo porque tres años después de los hechos ni la Policía ni nadie ha dado con él. 'La instrucción es muy importante en un proceso penal; en general, son buenas, pero en casos complicados como este pueden quedar cabos sueltos', afirma Martos.

Los jueces dicen que Carcaño escondió la silla de ruedas pero no dónde

La sentencia no aclara cómo se deshicieron del cadáver ni hace referencia a la supuesta limpieza del piso, que sí recogió el juez de Menores en la del Cuco. Según la sentencia del menor, trasladaron el cuerpo en una silla de ruedas de madrugada hasta el coche de la madre del Cuco y lo llevaron a un lugar indeterminado. Según la de los adultos, el Cuco y Carcaño se despidieron a las 22.15, y punto. No hace referencia al coche, que sí menciona para exculpar a Benítez del encubrimiento al no haber sido encontrado ningún resto suyo en él. Carcaño a las 22.50 ya estaba en Camas. Aquí surge otra pregunta sin respuesta: ¿en esa media hora, con el traslado incluido a Camas desde Sevilla, dónde dejaron el cadáver?

Según el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Bernardo Feijóo, las contradicciones son habituales cuando se producen dos juicios sobre un mismo hecho, pero sólo plantean problemas si una de ellas impide que pueda haber condena en la otra. Para Inmaculada Ramos, profesora de Derecho Penal de la Universidad de Granada, es un 'disparate' del sistema judicial. 'En estos casos se debería hacer un juicio conjunto', subraya.

El fallo tampoco explica qué pasó con el cenicero, que nunca apareció

De madrugada

Los magistrados se detienen en un detalle que también desconcierta: sobre las dos de la madrugada, el asesino volvió al piso de León XIII, donde sucedieron los hechos, para devolver la silla de ruedas a su sitio para que su hermano no la echara de menos. ¿Dónde la había escondido? La sentencia tampoco da respuesta. Y en ninguna declaración Carcaño admite este extremo. Los jueces justifican esta parte con el relato de un testigo que asegura que lo vio de madrugada con la silla en el portal, sin determinar si entraba o salía. El testigo afirmó que lo vio sobre la una y media, pero los jueces concluyen que se equivocó porque las antenas sitúan a Carcaño a esa hora en Camas, en la casa de su entonces novia. 'Lo tienen que situar después de las dos para que la señorita María [García] esté durmiendo', denunció Antonio del Castillo.

El Supremo podría rebajar la pena a Carcaño, según expertos

¿Llegó a las 00.15 al piso?

María García, la novia de Delgado, siempre declaró que llegó al piso a las doce y cuarto de la noche y estuvo estudiando hasta las dos, cuando se fue a dormir. Los jueces concluyen que María pudo no escuchar entrar a Carcaño al estar dormida y que el padre de Marta se equivocó también de hora al decir que estuvo a las doce y media en el piso golpeando las persianas y nadie le abrió. Del Castillo se queja de que los jueces hayan dado más credibilidad a los acusados y sus testigos, como en el caso de Samuel Benítez, que avalan su coartada de que estuvo todo el día en el barrio de Montequinto unido a que no hay pruebas objetivas, que a su familia o el resto de testimonios. 'Es como una película de Almodóvar', añadió.

El padre de Marta, que ayer calificó de 'error garrafal' que nadie conectara el tensiómetro con el que Carcaño comprobó que Marta estaba muerta, cree que la sentencia está hecha para salvar a García supuestamente por influencias políticas. No obstante, declinó entrar en detalles: 'Lo que me faltaba es que viniera el furgón y me llevara', afirmó.

Los padres de Marta lamentan que den más credibilidad a los acusados

El cenicero

La familia de Marta y muy probablemente la defensa de Carcaño recurrirán la sentencia. Y aquí llega otra paradoja. Los magistrados consideran que 'lo único cierto es la desaparición de Marta del Castillo', pero, aun sin cuerpo, condenan a Carcaño por asesinato y no por homicidio imprudente, por el que iría unos tres años a la cárcel.

Según el relato de Carcaño que el tribunal ha tenido en cuenta, este describe el momento como un arrebato sin premeditación y que no quería matarla. El tribunal describe a la perfección el cenicero con el que la golpeó: de cristal grueso y cilíndrico. Pero el objeto, que Carcaño guardó en su chaquetón, según la sentencia, por el resto de sangre hallado, tampoco llegó a aparecer.

Según Feijóo, nunca se sabrá cómo fue ese golpe sin el cuerpo. 'En este caso, el tribunal se ha ido a la tesis más perjudicial para el acusado y quizá puede que se haya dejado llevar por un clima punitivista', concluye. Y considera que el Supremo podría rebajar la pena a Carcaño. La profesora Rodríguez reflexiona sobre la condena de los 20 años. 'No entiendo por qué se le quita importancia. Si se hubiera condenado al hermano, habría sido por encubrimiento y ello habría sido también insuficiente para la sociedad', reconoce.

El cerebro quedó en nada

La familia esperaba que Carcaño fuera absuelto de la violación como ocurrió con el Cuco y que Delgado evitara la cárcel por estar encubriendo a un familiar. Pero le sorprende que el tribunal haya interpretado las instrucciones que daba Delgado a su hermano sobre lo que tenía que decir a la Policía como 'sinceras y espontáneas'. Durante todo el proceso, Delgado fue calificado como el presunto cerebro.

La abogada de Carcaño admitió que su defendido es tan 'cortito' que tuvo que usar un tensiómetro para saber si Marta estaba muerta. Los forenses incluso aseguraron que es incapaz de prever situaciones más allá del presente. ¿Cómo ha podido entonces Carcaño ocultar, hasta ahora, dónde está Marta? La Policía volverá a buscarla en una zona de Camas. 'Ojalá el nombre de Marta les persiga siempre', dijo la madre. 'Lo más atroz es no encontrar el cuerpo y eso no depende de los jueces, sino de la Policía', aseguró Feijóo.

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