Este artículo se publicó hace 17 años.
La familia sospecha del padrastro de Yulisa
La Policía evitó que le lincharan tras encontrar el cadáver
Semienterrado en un camino polvoriento que desemboca en el vertedero de Argana Alta de Arrecife, con síntomas evidentes de violencia y a sólo dos kilómetros de su domicilio. Así apareció el cadáver de Yulisa Antonia Pérez, la joven de 18 años de origen dominicano desaparecida el pasado jueves en Lanzarote. Fue el trágico final a una búsqueda desesperada por toda la isla que acabó ayer de forma abrupta.
Un hombre que paseaba con su perro dio la voz de alarma a primera hora de la mañana. A pocos metros de la pista de tierra, sobresalía un cuerpo. "No se molestaron ni en enterrarlo, estaba casi al descubierto", explicaron fuentes policiales. "Es muy probable que trasladaran el cadáver hasta allí en coche", añadieron.
Aunque la autopsia, que se realizará hoy, todavía no ha revelado con exactitud la identidad de la víctima, los familiares y vecinos de la joven perdieron ayer cualquier esperanza de encontrarla con vida. Entre llantos y sin poder apenas hablar, una amiga reconoció a Público que la chica que ayer apareció muerta "es Yulisa", ya que todos los datos coinciden con sus características físicas. La madre de la joven, Hilma Altagracia, que en el momento del macabro hallazgo se encontraba en un plató de televisión, tuvo que se atendida por un ataque de ansiedad.
Trasladado a comisaría
A las pocas horas, la familia de la víctima y distintos miembros de la comunidad dominicana apuntaron al padrastro de Yulisa como sospechoso de su muerte. Algunos incluso fueron más allá. Personas allegadas a la víctima aseguraron que Antonio F., pareja de Hilma, presentaba diversas heridas así como magulladuras y arañazos desde hacía varios días. Y alertaron de que el hombre se encontraba en paradero desconocido y había huido de Arrecife en cuanto tuvo noticia de la aparición del cadáver. La Policía negó este extremo.
Los agentes localizaron a Antonio cerca de su casa, en el barrio de Los Geranios, y lo trasladaron a comisaría para protegerle "ya que su integridad física corría peligro" ante el riesgo de ser linchado, según indicaron fuentes de la investigación. La Policía insistió en que el hombre, a última hora de ayer, no se encontraba "ni detenido ni imputado" en el crimen. "Simplemente está en comisaría para tomarle declaración, nada más", indicaron fuentes del caso. "No ha confesado nada", concluyeron al cierre de esta edición.
Lo que sí es cierto es que, desde el principio, las pesquisas policiales se han centrado en el entorno más próximo de la víctima: la madre, el padrastro, una prima y un joven, conocido de Yulisa.
Desde su desaparición, Hilma dejó claro que su hija "no tenía ningún motivo para ausentarse sin decir nada". Añadió, además, que Yulisa era una persona "muy tranquila sin ningún tipo de problema". Las investigaciones siguen abiertas. De momento, sin detenidos.
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