El fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista se mantuvo firme en su criterio y ayer volvió a oponerse a que el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, testifique ante el juez Pablo Ruz en relación con el chivatazo a ETA que se produjo en el bar Faisán, en Irún, al que se investigaba por su relación con el aparato de extorsión de la banda terrorista.

La Sección Segunda de lo Penal, compuesta por los magistrados Fernando García Nicolás, Julio de Diego y Ángel Hurtado que será el ponente de la resolución que se dicte, estudió ayer el recurso presentado por la asociación Dignidad y Justicia contra la negativa del titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 a llamar a declarar a Camacho.

Bautista calificó de 'intrascendentes' las llamadas registradas en los días anteriores y posteriores al 4 de mayo de 2006 entre dos de los imputados en el caso y el secretario general de Seguridad. Señaló que fueron las propias de la responsabilidad de su cargo cuando se prepara una operación terrorista. En el procedimiento están imputados el entonces director general de la Policía, Víctor García-Hidalgo, el que era inspector de la Brigada de Información de Álava, José María Ballesteros, y el jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés.

Dignidad y Justicia defendió su recurso ante la Sala preguntando por qué se había llamado a declarar al ex comisario general de Información Telesforo Rubio, del que sólo constan dos llamadas en las horas del chivatazo, y no a Camacho. El fiscal explicó que Rubio testificó porque poseía datos generales sobre la operación policial que se preparaba contra la red de extorsión de ETA.