Este artículo se publicó hace 17 años.
Fraga no sabe, no contesta
El ex presidente de la Xunta esquiva a la comisión que investiga irregularidades de la Ciudade da Cultura
Fraga ejerciendo de gallego en el Parlamento de los gallegos. Sucedió ayer por la mañana. Comparecía ante la comisión que investiga el polémico proyecto de la Cidade da Cultura y repartió su discurso entre la ironía, el despiste, y su defensa. Con gesto firme, ironizó primero sobre el apelativo de "mausoleo" que la entonces oposición política le dio al proyecto cuando comenzaba a gestarse.
El hombre que dirigió la Xunta durante 15 años, el gran inspirador de la Cidade da Cultura, salpicó su discurso de anécdotas históricas y de menciones a Fernando VI, el arzobispo Xelmírez y hasta Calderón de la Barca. Pero no respondió a las preguntas que le hicieron los diputados socialistas y nacionalistas sobre el polémico proyecto.
Para los diputados populares en el Parlamento gallego, la comparecencia de Manuel Fraga ante la comisión tenía una única finalidad: "Ustedes querían hoy la foto del señor Fraga", espetaría el parlamentario conservador Manuel Ruiz Rivas. Desde la óptica de PSdeG y BNG, el cuento es otro.
Fraga presidía Galicia cuando todo comenzó, y resultaba imprescindible la información que pudiese aportar sobre la Cidade, que era uno de proyectos los más emblemáticos de su gabinete, en términos políticos y presupuestarios. Lo era cuando la Cidade iba a costar 108 millones de euros -año 2000- y lo era en 2005 cuando los populares habían licitado obras para este proyecto por 284 millones. Según la última estimación oficial, el gasto superará al final los 370 millones."Un sueño""Cuando se desarrolla un sueño, hay que ser decidido y tirar para adelante", dijo Fraga sobre la desviación presupuestaria. Y esa afirmación fue, además, una de las pocas en las que se refirió, con mayor o menor claridad, a la desviación presupuestaria.
También señaló que era "difícil" prever "lo que iba a costar" un proyecto de tal envergadura, o que desde el primer momento "la obra podía irse ampliando".
El hoy senador del Partido Popular dejaba también sin responder una de las preguntas más repetidas por PSdeG y BNG: la diferencia entre el coste estimado y el realmente ejecutado. Y otra más: las adjudicaciones de las obras y los contratos obtenidos por empresas de ex altos cargos del PP.
Quiso distanciarse con el proyecto: aseguró que no intervino "especialmente" en su desarrollo y que dejó a los conselleiros de Economía, José Antonio Orza, y de Cultura, Jesús Pérez Varela, que trabajasen sin interferencias.
Fraga cree que fue un acierto proyectar la Cidade da Cultura "después de hacer tantas escuelas y tantos hospitales". También que el complejo arquitectónico será un día una referencia de Santiago, tanto como el Pórtico de la Gloria, la joya escultórica del Románico en la Península. Y además, tiene un deseo: "Espero verla acabada si Dios me da vida; y que sea un orgullo para Galicia".
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