El PSC consumó hoy su giro táctico en el Parlament de Catalunya hacia posiciones más pactistas al apoyar la tramitación de las tres leyes derivadas del acuerdo con CiU en torno a la llamada Ley Ómnibus. La operación está conducida y liderada por el exconseller y diputado Joaquim Nadal, líder parlamentario del partido, que se encuentra en una confusa e incierta etapa precongresual. El propio Nadal y otros pesos pesados del PSC aspiran a participar o influir en la nueva dirección que sucederá a la presidida interinamente por José Montilla.

Después de que la primera de estas tres nuevas leyes estrella de la política reformista del Govern (Simplificación y Mejora de la Regulación) superara el jueves el debate a la totalidad, este jueves también lo hicieron las otras dos acordadas en su día a propuesta del PSC como salida al artefacto de la Ley Ómnibus. Se trata de la de Agilidad y Reestructuración Administrativa, por un lado, y la de Promoción de la Actividad Económica, por otro. Este episodio es el contrapunto del escenario de la aprobación del presupuesto, donde el PP ha explotado su decisivo apoyo pasivo (la abstención) mostrándose como aliado natural o preferente del Govern.

Sin embargo, el PP también se ha sumado ahora a la foto con voto afirmativo, reforzando así la imagen de CiU como fuerza central del espacio político, con capacidad de pactar a derecha e izquierda y sin hipotecas aparentes, más allá de las necesidades puntuales por su condición de mayoría minoritaria. El fin del periodo de sesiones en el Parlament visualiza de este modo el tradicional pactismo de geometría variable de CiU y su vinculación con la alternancia política española.