Blindaje total al presidente. Sin concesiones. El escudo de protección a José Luis Rodríguez Zapatero se interpuso en cada rincón por donde penetró el mensaje socialista. Nueve ministros, barones y cuadros del partido elogiaron a su jefe de filas y apoyaron su legado al frente del PSOE y del Ejecutivo, al tiempo que, disciplinados, aparcaron el debate de la sucesión.

Fue el dibujo del primer día oficial de precampaña, en la que se implicó de lleno todo el Gobierno para apoyar a los candidatos socialistas. Una jornada, además, en la que 13.000 personas se movilizaron para los seis grandes mítines programados, según los cálculos de la sede federal.

José Blanco, en Collado Villalba (Madrid), se mostró 'orgulloso' de un presidente, Zapatero, que el sábado dio 'un nuevo ejemplo de generosidad y de compromiso'. De 'generosidad y coherencia' también habló Marcelino Iglesias, el número tres.

El vicepresidente Manuel Chaves, desde Ponferrada (León), afirmó que el líder de los socialistas exhibió 'su gran talla política y moral'. 'Dio una lección de amor a España y a su partido', subrayó. Y añadió: 'Hoy, mañana y en el futuro, la España de los derechos, de las políticas sociales, de la dignidad internacional y de las mejores reformas en España está ligada a Zapatero'.

El camino de las reformas también fue señalado por el presidente andaluz, José Antonio Griñán, quien insistió en que es hora de 'garantizar la estabilidad' y mantener la actitud de cambio. Cristina Garmendia, ministra de Ciencia, auguró que Zapatero 'pasará a la historia' por su 'espíritu reformista y su compromiso' ante la crisis.

Los barones ahondaron en el mensaje. Empezando por los dos que habían reclamado al presidente que despejara la incógnita: Guillermo Fernández Vara que se mostró 'orgulloso' por formar parte de un PSOE que elegirá a su candidato en primarias y José María Barreda.

El líder manchego aludió, en la Ser, a un opción lanzada en los últimos días: que Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón encabecen en 2012 una candidatura conjunta. Es una 'hipótesis posible'. Y matizó: muchas veces 'los intereses de los periodistas no tienen por qué coincidir con los del partido'.