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El Gobierno no quiere que el presidente se explique en el pleno

Sáenz de Santamaría propone que el Ejecutivo dé la cara sobre el rescate cuando se conozcan todos los detalles y en una reformada subcomisión del FROB. Rodríguez critica que Rajoy haya dedicado más tiempo a viajar

IÑIGO ADURIZ / ELENA HERRERA

Incluso más tenso que el debate entre el presidente del Gobierno y el líder del principal partido de la oposición, fue el que mantuvieron sus respectivas manos derechas. Por los reproches mutuos y por las respectivas exigencias de responsabilidades. La pregunta inicial la planteó la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, erigiéndose en la voz de todos los partidos de la oposición que han tratado sin éxito de que Rajoy comparezca en la Cámara Baja para explicar el rescate a la banca española.

Preguntó Rodríguez sobre cómo pensaba el Gobierno garantizar el control parlamentario a la ayuda europea. Y la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, trazó cuál será la estrategia comunicativa sobre este asunto. Dejó claro que no es intención de Rajoy comparecer en el pleno para explicar lo que ya ha explicado a los principales líderes europeos. Porque la también portavoz del Gobierno insistió en que en el caso de dar cuentas sobre el rescate, el Ejecutivo lo haría una vez que se conozcan los bancos que necesitarán las ayudas y la fórmula que se utilizará para inyectarlas, y en una reformada subcomisión del FROB cuyo funcionamiento deberá ser modificado para que se produzcan 'debates más transparentes'.

Rodríguez sacó entonces a relucir las deficiencias comunicativas que, a juicio de los socialistas, ha cometido el Gobierno desde el pasado sábado. La portavoz del PSOE criticó la 'frialdad e hilaridad' de la propia Sáenz de Santamaría por negar el viernes, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que el Ejecutivo planeara un rescate. Pero, sobre todo, arremetió contra Rajoy, por ir a Polonia a ver el partido de la selección española, tan sólo 24 horas después de pedir el rescate ante el Eurogrupo y sin dar explicaciones a la ciudadanía. Según denunció, el presidente del Gobierno dedicó más horas al viaje a Polonia -15 horas- que a comparecer en el Congreso de los Diputados -12 horas y diez minutos desde que está en la Moncloa-. Por eso pidió a la portavoz del Ejecutivo que 'cambie su estrategia errática' de comunicación.

Sáenz de Santamaría tiró entonces, de nuevo, de la herencia recibida, haciendo alusión a unas palabras de Rubalcaba, que en 2009 aseguraba que España tenía una banca 'bien supervisada'. '¡Qué ojo clínico!', ironizó la vicepresidenta, consiguiendo el aplauso de toda la bancada conservadora.

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