Este artículo se publicó hace 12 años.
El Gobierno trata de quemar su último cartucho en Washington
Soraya Sáenz de Santamaría busca los apoyos del FMI y el Tesoro estadounidense en un momento clave para España, acuciada por los rumores de intervención
En una de las situaciones más críticas para la economía española, con los rumores incesantes sobre una posible y cada vez más probable intervención y la prima de riesgo en niveles históricos, al Gobierno solo le queda intentar un último movimiento: buscar el apoyo internacional.
Soraya Sáenz de Santamaría lo hará en Washington, donde llega hoy para reunirse con el secretario del Tesoro de EE.UU, Timothy Geithner, y con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Aunque el Ejecutivo ha insistido en que la cita estaba cerrada desde hace varios meses, lo cierto es que se produce en uno de los momentos de mayor agitación financiera en España. Los problemas derivados de la nacionalización de Bankia, el cuarto grupo financiero español, acuciado por las multimillonarias pérdidas derivadas de su exposición a los activos tóxicos inmobiliarios ha situado al país en el centro de todas las miradas.
No es la primera vez que Geithner y Lagarde se reúnen con un miembro de este Gobierno. Ambos lo hicieron por separado con el ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado mes de abril durante las reuniones de primavera del FMI. Ahora, en lo que supone el primer viaje oficial a EE.UU de la vicepresidenta del Gobierno, poco asociada a los temas de contenido más económico, España transmitirá los ejes de la política de austeridad y las reformas estructurales, según comunicaron a Efe fuentes del Ejecutivo.
Pero no es precisamente la austeridad lo que viene defiendendo EE.UU en los últimos tiempos. La visita se produce en el momento en que el Gobierno estadounidense está más preocupado por las políticas económicas dentro de la Union Europea y en concreto, lo que pueda pasar finalmente con España. Hace tan solo unos días que el mismo presidente Obama defendió un giro en en el seno de la zona euro para dejar de lado las políticas de austeridad (bandera de Merkel) y recobrar la senda del crecimiento, retomada por el nuevo presidente francés, François Hollande.
Una posición que, sin embargo, el Gobierno de Rajoy no ha querido tomar por el momento, para mantenerse más fiel a los dictados de Berlín, sin que ello haya repercutido positivamente en su "confianza" sobre los mercados, lema de actual Ejecutivo.
Hace pocas semanas, Lagarde señalaba que los progresos realizados por España son de "alabar" pero que las autoridades deben seguir avanzando "en el adecuado espacio de tiempo para no estrangular el crecimiento".
Ayer, también el Ejecutivo salió a la búsqueda del apoyo alemán con urgencia. De Guindos se reunió en Berlín con el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, en el día en que la prima de riesgo alcanzaba niveles que no veía desde 1993 (540 puntos básicos) y la considerable alarma de toda la clase política. Fuentes del Ejecutivo alemán y español, no obstante, insistieron en que se trataba de un encuentro "informal".
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