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Grupos marroquíes organizados inician un boicot comercial a Melilla

Cierran la frontera durante toda la mañana al tráfico de productos frescos y anuncian nuevas acciones

E. HERRERA

Unas horas después de que el rey Juan Carlos I llamara por teléfono a su homólogo marroquí Mohamed VI para calmar las aguas tras los incidentes de las últimas jornadas en la frontera de Melilla, la tensión subió ayer unos grados más. Un grupo de 30 personas, integrantes de la Coordinadora de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos y del Comité Nacional de la Liberación de Ceuta y Melilla, boicoteó desde las cuatro de la madrugada de ayer el paso de mercancías marroquíes hacia la ciudad autónoma.

Tras los intentos frustrados de bloqueo anunciados para el lunes y el martes, camiones y furgonetas que transportaban productos alimenticios tuvieron que emprender camino de vuelta a su llegada al puesto fronterizo de Beni-Enzar, donde tuvo lugar el boicot. Los mercados de Melilla amanecieron desabastecidos de pescado, marisco, fruta y verdura y algunos puestos se vieron obligados a echar el cierre ante la falta de género que poner a la venta.

A partir del lunes impedirán el tránsito de material de construcción

El suministro de fruta y verdura fue restablecido en torno a las 13.30 horas, 30 minutos antes del cierre de los mercados de la ciudad. Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron de que el boicot a los camiones de mercancías que transportaban pescado no se restituyó en toda la jornada. El bloqueo de víveres se volverá a repetir desde el próximo miércoles hasta el sábado siguiente. Además, se impedirá la entrada de cemento y ladrillo desde el lunes y durante dos semanas, según informa Efe.

Las dos asociaciones están detrás de este bloqueo como medida de protesta por los supuestos actos violentos de la policía española contra ciudadanos marroquíes en los pasos fronterizos de la ciudad autónoma.

El Ejecutivo español apuesta por la vía del diálogo con Rabat

Lorenzo Nebreda, portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP) afirma que estas entidades, integradas en su mayoría por ciudadanos marroquíes que viven de forma regular en Ceuta y Melilla, 'aparecen para arropar las reivindicaciones soberanistas de Marruecos' respecto a Ceuta y Melilla y actúan como 'portavoces del espectro social que apoya estas demandas'.

Este sindicato denuncia que estas entidades son las mismas que han intentado 'reabrir' el conflicto con Marruecos a través de la 'intencionada manipulación' de una fotografía en la que aparecían efectivos de la policía española reduciendo por la fuerza a un supuesto ciudadano marroquí en un control fronterizo en Melilla. En realidad, la imagen corresponde al arresto de un delincuente español tras protagonizar una huida.

La Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) de Marruecos, formación integrada en la Internacional Socialista a la que también pertenece el PSOE, echó más leña al fuego posicionándose del lado del Gobierno marroquí. En el editorial de su periódico se tachaba ayer a los agentes de la Guardia Civil española de 'energúmenos'.

El presidente de Melilla, el conservador Juan José Imbroda, acusó ayer al Gobierno de 'falta de contundencia' para responder a los incidentes que se estaban provocando en la frontera y para pedir a Marruecos que 'corte' con las provocaciones. El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, le respondió reclamándole 'prudencia' y recomendándole que no use 'políticamente' esta controversia.

Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, aseguró que el Gobierno apuesta 'por la vía del diálogo y la cooperación' con el país vecino. El número dos del PSOE declaró que el Ejecutivo está haciendo un 'esfuerzo' para superar el 'malentendido' con Marruecos.

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