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La Guardia Civil caza al Odyssey

Detenido en Algeciras el capitán del buque al oponerse a un registro por orden judicial.

OLIVIA CARBALLAR

El cazado esta vez no fue el tesoro sino el propio cazatesoros. El buque estadounidense Odyssey Explorer decidió abandonar ayer el puerto de Gibraltar, donde permanecía atracado desde hacía seis meses, con un plan a bordo: que la decena de periodistas a los que invitó a subir presenciaran en directo lo que la empresa propietaria del barco considera un 'abordaje ilegal', según cuentan los mismos reporteros. Y el abordaje, 'legal' para la Guardia Civil, se produjo.

En aguas españolas, a tres millas al sureste de Punta Europa, en la bahía gaditana de Algeciras, una fragata de la Armada y una patrullera de la Guardia Civil interceptaron el buque a las once de la mañana, en cumplimiento de la orden dictada el 4 de junio por el Juzgado de Instrucción número 3 de La Línea de la Concepción.

El registro

Lo que dice la orden es que cuando el Explorer o el Ocean Alert, propiedad de la misma firma -Odyssey Marine Exploration- entraran en aguas españolas tenían que ser llevados a puerto para ser registrados. ¿El motivo? Las sospechas de que la empresa expolió patrimonio español después de anunciar en mayo el hallazgo y recuperación del mayor tesoro recogido en un barco hundido: 500.000 monedas de oro y plata, valoradas en casi 400 millones de euros.

El registro al Ocean Alert se produjo el 12 de julio. Pero el del Odyssey continuaba, al cierre de esta edición, en el puerto de Algeciras, 'donde atracó escoltado por las autoridades españolas', según la Guardia Civil. Allí, los agentes accedieron a cubierta a través de una pasarela y detuvieron al capitán tras cerrarle el paso a las autoridades.

Irritación norteamericana

'La Guardia Civil no amenazó con usar la fuerza porque tenía una orden judicial', respondió un portavoz del Instituto Armado ante la denuncia de un representante del buque. No obstante, el copresidente de la empresa cazatesoros, Geg Stemm, afirma que ellos habían invitado 'a las autoridades españolas a inspeccionar el buque' en Gibraltar pero 'no aceptaron', informa Efe.

Pero frente a la irritación de la firma norteamericana, que también dio un paseo a la prensa en el Ocean Alert cuando decidió abandonar su refugio en la colonia gibraltareña, se sitúa la satisfacción del Gobierno andaluz: 'La detención es acertada', celebró la consejera de Cultura, Rosa Torres, que confirmó que Odyssey no ha vuelto a pedir permisos a la Junta para seguir con las exploraciones del buque inglés Sussex, hundido en aguas de Cádiz. Antes de que las monedas hicieran estallar la polémica, Odyssey colaboraba con la Junta y el Ministerio de Asuntos Exteriores en este proyecto de prospección.

Un botín de 17 toneladas

La empresa cazatesoros, que repatrió el botín, de 17 toneladas, a su sede en EEUU, en Tampa (Florida), nunca ha desvelado el lugar exacto de la operación -Cisne negro- pese a insistir en que el pecio no se encontraba en aguas españolas. En junio, Carmen Calvo, cuando aún ostentaba la cartera de Cultura, admitió la delimitación pero añadió que el pecio, de la época colonial, era de bandera española. De hecho, el Ejecutivo demandó a la empresa ante un tribunal federal de Tampa, el mismo ante el que Odyssey exigió a España compensaciones por los daños causados en la operación.

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