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"Hemos desarrollado nuestro espíritu crítico"

Verónica Bouzas participa en el movimiento 15-M de Londres. Estuvo en la ocupación de St. Paul y coordina las acciones del primer aniversario

DANIEL DEL PINO

Vivió el 15-M en Londres. Desde el principio coordina y organiza las asambleas y acciones del movimiento en la capital británica. Vivió la ocupación de St. Paul en primera persona y se vio dentro de alguna que otra kettle. A Verónica Bouzas, traductora e intérprete de 28 años, le siguen sobrando los motivos para estar indignada. Confía en que del diálogo que se ha abierto saldrá la sociedad del futuro. 

¿Participaste?

Estuve en la convocatoria que se organizó en Londres para concentrarse en frente de la embajada española en mayo. Empecé a ir a casi todas las actividades que se organizaron (asambleas, talleres, acciones...). Desde entonces no he dejado de asistir aunque nuestras citas ya no son en frente de la embajada porque con el tiempo aquí es imposible estar en la calle.

Durante la ocupación de la catedral de St. Paul estuvimos allí hasta el desalojo y ahora nos reunimos en el Royal Festival Hall una vez a la semana. En nuestras asambleas solemos debatir sobre los diferentes aspectos políticos, sociales y económicos y sobre la actualidad en España. Ahora mismo estamos preparando el 12 y el 15 de Mayo.

¿Te convencieron o convenciste?

No hizo falta convencerme, al ver lo que estaba sucediendo en Sol y otras muchas plazas y saber que aquí se estaban reuniendo decidí ir a ver lo que hacían. He llevado a un par de amigos que sí están interesados con lo que hacemos y se mantienen al día, pero tampoco asisten mucho porque es cierto que requiere bastante tiempo.

Los motivos que te indignaron

Ya estaba indignada desde hacía bastante tiempo. Llevamos muchos años viendo cómo el Gobierno y las instituciones hacen y deshacen a su antojo y con la crisis todo es mucho más visible. El paro que aumenta, la gente que se queda sin casa, las desigualdades que son cada vez más grandes mientras los estados inyectan cantidades exorbitantes para salvar a los bancos... Creo que sobran los motivos para estar indignada.

Pero al 15-M acudí también movida por la ilusión con lo que estaba sucediendo en las plazas de toda España. Había muchísima ilusión y una fe increíble en lo que estábamos haciendo, por eso me involucré tanto.

Los motivos para volver a indignarte

Sí, sigo estando indignada, cada vez más. No podría ser de otra manera. Siempre que abro el periódico las noticias anuncian algún recorte o un aumento del paro o una subida de los impuestos o la matanza de algún elefante...

Un momento especial

He vivido muchos momentos que recuerdo con cariño, pero quizás uno de los más especiales fue el 15 de Octubre, cuando se ocupó St. Paul. Fue la primera vez que salió tanta gente a protestar en Londres por una llamada que había lanzado el 15-M desde Madrid.

Hasta entonces la Policía nos había dejado bastante tranquilos pero ese día nos encerraron en una kettle durante varias horas. La técnica del kettling es bastante frecuente en este país, consiste en cercar a un grupo de personas, generalmente durante las protestas, y no dejar que entre ni salga nadie. La Policía va cerrando el cordón poco a poco fomentando que crezca la tensión en el interior. 

Un error

Quizás cómo abordamos el tema de la inclusividad. Desde el principio fue una de las características del movimiento. Al principio, en las asambleas había discursos mucho más heterogéneos.

Poco a poco estas reuniones fueron perdiendo participantes y ahora, salvo alguna excepción, prima la ideología de izquierdas y entiendo que alguien con otro punto de vista no se sienta del todo cómodo siendo una minoría en la asamblea. 

¿Qué aportaste?

Desde el principio trabajo en coordinación. Creo que he encontrado mi lugar en el 15-M ayudando a organizar asambleas y acciones.

¿Qué ha cambiado con el 15-M?

Creo que ha despertado muchas conciencias. Si no es por el 15-M, quizás lo habría logrado la crisis, pero con el 15-M por primera vez en mucho tiempo la gente ha empezado a hablar de la situación política, las desigualdades sociales y las injusticias económicas actuales. Un buen ejemplo es el cambio en las redes sociales. Cada vez que abro el Facebook o el Twitter mi timeline está lleno de imágenes, vídeos y artículos de crítica social, hemos desarrollado nuestro espíritu crítico.

Otra característica es el tipo de gente que se ha encontrado en este contexto. Nunca antes habría podido conocer a las personas que conocí en las asambleas. Es un acercamiento muy enriquecedor que nos ha permitido aprender mucho los unos de los otros.

¿Sigue teniendo la misma fuerza?

Obviamente no. Pero aunque la ilusión del principio se haya ido en muchos casos sí pienso que ha marcado de una manera o de otra a los que hemos participado en el movimiento.

Además, aunque las asambleas no tengan la misma afluencia, se siguen organizando y cada vez que hay una llamada a la acción las calles se llenan como pocas veces ha ocurrido, basta recordar la altísima participación en la huelga del pasado 29 de Marzo.

¿Hasta dónde crees que llegará?

No soy muy buena intentando adelantar acontecimientos, pero sí soy optimista. Actualmente estamos viviendo el declive del capitalismo y creo que del diálogo que se ha establecido entre la sociedad saldrá el nuevo sistema que tendremos en el futuro.

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