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"Fue hermoso llevar la mirada feminista al 15-M"

Carmen Toledo, sexóloga de 30 años, participó en el movimiento de Albacete desde la primera manifestación del año pasado

PAULA DÍAZ

'Tan enfadada que no podía pensar'. Así se encontraba Carmen Toledo, sexóloga y educadora social de 30 años, cuando decidió irse a vivir a Malta. 'Más bien decidí irme de España, de un país que me estaba haciendo mucho daño', apostilla. ¿Y ahora? 'Echo de menos el trabajo directo en el 15-M, pero eso forma parte de mi proceso de cambio. Y nadie es imprescindible ahí, porque este movimiento se mueve solo', responde esta feminista de Castilla La-Mancha.

1. ¿Participaste?

'Yo acudí a la primera manifestación y, cuando ocupamos la Plaza de la Constitución, decidí que era el momento de focalizar mi energía en esta respuesta colectiva. El movimiento fue la respuesta que andaba buscando; comprendí que la lucha social se había institucionalizado por completo. Durante esos días participé en varias comisiones y organicé talleres sobre la estructura patriarcal y su importancia en el mantenimiento de las estructuras de poder'. 

2. ¿Te convencieron o convenciste?

'Estaba absolutamente convencida, pero luego todos me convencían día a día. Creo que también convencí a algunas personas, pero, en realidad pienso que convences cuando apuestas con argumentos por algo en lo que crees, así que sigo tratando de convencer'. 

3. Los motivos que te indignaron

'Principalmente, la anestesia colectiva. También la rabia, la sensación de estar cediendo y aceptando modelos de sociedad opresores, desequilibrados. Me indignaron las mentiras. Me indignó el servilismo, la pasividad de los partidos políticos ante las presiones del dinero. Me indignó el modo en que quisieron hacernos pagar por la gestión ambiciosa de aquellos que nunca tienen que plantearse como van a llegar a fin de mes. Me indignó la estupidez de nuestra clase política, que había olvidado para quién gobiernan los gobiernos. Me indignó la política del miedo, que nos paraliza ante situaciones, no sólo injustas, sino surrealistas'.

4. Los motivos para volver a indignarte

'¿Acaso ha cambiado alguna de las cosas por las que estaba indignada? ¡Claro que tengo motivos!'.

5. Un momento especial

'La noche que decidimos acampar en Albacete. Llovía muchísimo y apenas podíamos escucharnos las unas a las otras. Se respiraba la emoción y las ganas en la plaza. La gente no tenía miedo. Por primera vez en mi vida, sentí que el miedo no era una barrera. Por primera vez en mi vida, sentí que la gente era consciente de la fuerza del movimiento colectivo. El comienzo invevitable...todavía  se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo'.

6. Un error

'Las luchas de poder. Creo que tenemos interiorizados los binomios y las guerras, y creo que esto es lo más difícil de cambiar porque pertenece a esa serie de cambios realmente sustanciales que el mundo necesita. Cambio de valores donde primen la cooperación, el consenso, lo femenino (entendido como energía creativa, expansiva y horizontal). No me parecía una pérdida de tiempo estar tres horas discutiendo un tema; lo que me parecía una pérdida de tiempo era comprobar que sólo estábamos discutiendo por los egos, y el dominio del discurso. En Albacete creo que se analizó bastante este asunto, y creo que se consiguió porque había personas muy involucradas que habían reflexionado mucho sobre este asunto, desde perspectivas feministas y asamblearias'. 

7. ¿Qué aportaste?

'Es imposible aportar nada de forma unidireccional. Todo lo que he aportado ha formado parte de un feedback constante con el resto de mis compañeros y compañeras. Decidimos no visibilizar la sensibilidad feminista del 15-M en Albacete como una parte distinta del movimiento en general, sino transversalizar la mirada feminista en nuestros métodos y aportaciones a la lucha, del mismo modo que lo hicieron las perspectivas ecologistas, o asamblearias. Fue muy hermoso y mucho más integral'.

8. ¿Qué ha cambiado con el 15-M?

'¡Que todo el mundo quiere entender de economía! (contesta entre risas). Pero, sobre todo, el fin del miedo, el despertar de la conciencia, de la implicación, de la autonomía. Se ha dado un impulso al cambio de valores que, desde mi punto de vista, son la gran clave de un verdadero cambio. Respecto a los cambios estructurales, creo que tendremos que esperar para ver los resultados. Hay que seguir trabajando, pero los cambios están llegando y llegarán'.

9. ¿Sigue teniendo la misma fuerza que hace un año?

'Se han ido modificando las metodologías y los ritmos. En el estallido, todo el mundo tiene prisa, se juega a la acción, es rápido, es una respuesta reactiva. Posteriormente, las cosas se calman, se asimila lo que ha pasado y se organizan las estrategias. La fase actual es consistente y proactiva. Nunca hemos dejado de tener fuerza, pero no es fácil que la gente entienda que se puede cambiar desde los acuerdos y la calma'.

10. ¿Hasta dónde crees que llegará?

'El movimiento ya ha conseguido lo más importante, sembrar la semilla del cambio. La situación cambiará seguro. No sabemos muy bien hacia donde, porque no podemos caer en la ingenuidad de creer que las fuerzas contrarias al cambio no usarán todas las armas -y digo armas sin metáfora alguna- para impedirlo. Pero lo que es seguro es que el 15 de mayo de 2011  fue el inicio de un proceso de transformación social. Y eso no hay quien lo impida, es algo inherente a los procesos históricos'.

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