Este artículo se publicó hace 13 años.
Los hijos de divorciados son "muñecos de trapo sin columna"
El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, presenta una serie de doce documentales para "un matrimonio feliz"
El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig, ha advertido de que, ante el aumento de separaciones, los niños crecen "carentes de afecto" y con un "déficit fundamental" en su estilo de vida, en el marco de una sociedad que, a su juicio, vive "empeñada" en separar a las personas.
En este sentido, ha asegurado, durante la presentación de un paquete de doce documentales bajo el título 'Sí Quiero, claves para un matrimonio feliz', realizado por Goya Producciones y Editorial Casals, que los hijos de parejas divorciadas son como "muñecos de trapo" sin "columna vertebral" y que "no pueden mantenerse en pie porque les falta la estructura de la propia persona y el cultivo de lo que es más decisivo".
Según ha explicado, este material, en el que ha participado junto a 30 "expertos" de los cinco continentes, pretende "subsanar" el "déficit" que se refleja en el descenso de matrimonios y "resolver la duda cultural" que, a su parecer, se ha sembrado en el corazón de las personas con la "decadencia" que, según ha apuntado, sufren particularmente España y Europa.
Además, ha añadido que este proyecto es el "definitivo" para cuidar el patrimonio espiritual de los pueblos y, en concreto, de España porque, según ha indicado, "España es lo que son sus familias y, cuando deje de ser lo que son sus familias, se volverá más carente, menos fuerte en lo que significa la vida personal y la custodia del amor".
La sociedad, en contraEn contra de esto, según ha destacado, la sociedad actual está "empeñada" en "favorecer todo lo que separa a las personas" como por ejemplo, según ha subrayado, "la Ley de divorcio 'expres'". "Nos hemos puesto en la dirección contraria", ha indicado al tiempo que ha recordado que la sociedad no se ha tomado "verdaderamente en serio" el sacramento del matrimonio.
Así, ha declarado que en Occidente se está perdiendo la sacralidad del matrimonio, y que, aunque las personas crean que se trata de "un contrato, no es así, pues está en juego la propia vida".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.