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Una hora de discurso y 27 menciones a la crisis

La crisis económica centra la primera sesión del debate de investidura como presidente de la Junta andaluza de José Antonio Griñán

EFE

La crisis económica ha centrado la primera sesión del debate de investidura como presidente de la Junta andaluza de José Antonio Griñán, quien la ha citado 27 veces durante la hora y cuarto que ha durado su discurso, sólo interrumpido en una ocasión por los aplausos de la bancada socialista.

Minutos antes del mediodía, Griñán llegaba al Salón de Plenos flanqueado por el presidente en funciones, Gaspar Zarrías, y el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, una imagen que despertó gran interés entre los fotógrafos debido a los rumores que sitúan a éste último fuera del futuro Gobierno.

El mismo trío conversó de manera relajada una vez sentados en sus escaños, situados consecutivamente, momentos antes de que Griñán fuera llamado a la tribuna de oradores.

Con todos los diputados presentes, incluida la recién estrenada Dolores Carreño, que sustituye a Manuel Chaves como parlamentaria, Griñán, que el miércoles se convertirá en el cuarto presidente electo de la comunidad, ha subido a la tribuna de oradores para desgranar las líneas estratégicas de su futuro mandato.

La tribuna de invitados, donde destacaba la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarez, se ha quedado pequeña y algunos de los cien periodistas acreditados para cubrir el discurso de Griñán han tenido que seguir la intervención desde los pasillos del salón. Uno de ellos no dudó en ocupar el sitio asignado a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, quien finalmente no ha asistido a la sesión.

Además de Álvarez, otras personalidades, como el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón; el presidente de la CEA, Santiago Herrero; o dirigentes de la UGT y CCOO, se colocaban en las primeras filas de la tribuna de invitados, mientras que otras permanecían en la discreta última fila, a pesar de ser nombres que suenan con fuerza para formar parte del nuevo gobierno, como la viceconsejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, y el secretario de Hacienda, Antonio Ávila.

Mientras Griñán se esforzaba en tender la mano a la oposición para impulsar el diálogo y el entendimiento para encarar mejor la crisis, los diputados del PP, especialmente su presidente, Javier Arenas -con visibles secuelas en la cara de un accidente deportivo-, no dejaban de tomar notas sobre las reflexiones del candidato, al igual que hicieron los parlamentarios de IU.

Menos notas tomó la bancada socialista, que se limitó a escuchar el discurso de Griñán, y sólo cuando se refirió a las políticas en materia de sanidad arrancó el primer y único aplauso que recibió el futuro presidente, exceptuando el del cierre de su intervención.

Tras el discurso de hora y cuarto de duración, la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, levantaba la sesión y llegaba el momento de las felicitaciones y abrazos a Griñán que, discretamente, abandonaba el salón de plenos mientras los portavoces de los partidos, así como los agentes sociales y económicos atendían a la prensa para hacer una primera valoración de las palabras del próximo presidente.

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