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El imán de Cunit se sienta en el banquillo denunciado por "acoso"

El fiscal pide prisión para dos líderes de la comunidad en el arranque del juicio

MARIA MORELL

Fátima Ghailan, la mediadora cultural de Cunit, relató ayer al tribunal de la Audiencia de Tarragona el calvario que soportó durante meses. 'Querían que mi puesto de trabajo fuera para otra persona', resumió. Visiblemente afectada, la mediadora contradijo, punto por punto, las explicaciones de los cuatro procesados que la habían 'atemorizado' y acusado de 'no ser una buena musulmana' y de 'no educar bien' a sus hijos: Mohamed Benbrahim popularmente conocido como el imán de Cunit, aunque él es albañil de profesión y niega ese cargo; su mujer, Zhora, y su hija Haffsa; y el presidente de la Asociación Islàmica de Cunit, Abderrahman El Osri.

La mediadora sostiene que los problemas empezaron al 'pedir usar la mezquita para alfabetizar mujeres'. A partir de ahí, empezó a recibir anónimos y se inició una recogida de firmas en su contra. Entonces decidió quitarse el velo y la tensión estalló el 22 de noviembre de 2009, con un enfrentamiento entre Ghailan y su marido, por un lado, con el imán y su hija. Ante el juez de paz, que dio la razón a la mediadora, las versiones discreparon.

Tras el cruce de denuncias, el acoso se intensificó. 'Recibía llamadas anónimas que me decían que me quemarían la casa y que mis hijos son infieles', declaró ayer la mediadora. Los acusados negaron todas las acusaciones o que reclamasen 'jamás' a la alcaldesa de Cunit, la socialista JudithAlberich, que despidiera a la mujer.

El fiscal pide cinco años de prisión para el presidente, cuatro para el imán y dos para su mujer y su hija. La defensa pide la absolución de todos ellos. Es el primer juicio que sienta en el banquillo a dos líderes de la comunidad musulmana.

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