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Un imputado en el Palma Arena señala a Ballester

El ex regatista habría tomado decisiones sobre el consorcio

NURIA FELIP

El ex gerente del Palma Arena, Jorge Moisés, y el director general de deportes en la era del conservador Jaume Matas al frente del Govern balear, José Luis 'Pepote' Ballester, eran los que tomaban las decisiones sobre la construcción del velódromo. Así se desprende de la declaración, este viernes ante el juez instructor de esta presunta trama de corrupción, del ex concejal del PP de Hacienda del Ayuntamiento de Palma y actual conseller en el Consell de Mallorca. Pedro Álvarez, que compareció en calidad de imputado, aseguró que Rafael Durán, ex portavoz en el Ayuntamiento de Palma, 'teóricamente' presidía las reuniones del consorcio, pero que en la práctica 'no decidía nada'.

Quienes lo hacían e informaban de palabra eran 'Pepote y Moisés', pero 'no aportaban documentación sobre los asuntos a tratar', añadió Álvarez. De hecho los asistentes 'no firmaban' las actas de dichos encuentros. Moisés tomaba notas y en la siguiente reunión 'se decía que se aprobaba la anterior sin que se aportara documento alguno'. Álvarez apuntó que la aportación del consistorio al consorcio fue de 14 millones de euros.

El Caso Palma Arena investiga las presuntas irregularidades cometidas en la construcción del velódromo del mismo nombre durante la última etapa (2003-2007) del conservador Jaime Matas al frente del Govern. El coste se disparó de los 48 millones de euros presupuestados inicialmente a unos cien.

Ex regatista Olímpico, Ballester, ha tenido vínculos con la familia real desde los años 80, cuando la afición por la vela le acercó al rey. Hay quien ha señalado que el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín, fue clave para que Matas le nombrara director general.

Respecto al sobrecoste de la obra, el ex concejal de Hacienda dijo que siempre entendió que se habían incrementado los precios por las prisas y reconoció que nunca tuvo conocimiento de que 'se presentara ante la junta un proyecto complementario'. Añadió que en ninguna reunión se fiscalizaban las facturas que libraba la agencia de comunicación Nimbus, que organizó parte de la campaña del PP en 2007.

A Nimbus se refirió el ex director del Instituto Balear de Turismo (IBATUR), Raimundo Alabern admitió que el organismo público realizó un contrato de patrocinio en la pasada legislatura por 350.000 euros con la agencia de comunicación para que se encargara de la campaña publicitaria del Palma Arena, pero añadió que estaba 'justificado con facturas'. Alabern aseguró que es 'perfectamente posible' que un patrocinio como el de Nimbus 'se apruebe en cuatro días' y negó que la decisión de aprobar este patrocinio estuviera tomada antes de llevarse a cabo el informe jurídico. La investigación intenta aclarar si mediante pagos y contratos como éste se hincharon facturas que habrían servido para financiar, de forma irregular, la campaña electoral del PP balear en 2007.

 

 

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