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Independencia de Catalunya El Archivo Nacional de Catalunya, el destino final de los miles de cartas que reciben los presos independentistas

Han recibido más de 150.000 misivas durante este año de presidio, según un cálculo aproximado de la Associació Catalana pels Drets Civils.

Montón de cartas que ha recibido Josep Rull - Archivo

Son decenas de miles. Los dirigentes políticos catalanes encarcelados han recibido, entre todos y durante este primer año de presidio, más de 150.000 cartas. Una estimación, que según la Associació Catalana pels Drets Civils, se debe ir actualizando constantemente porque el volumen de correspondencia postal es ininterrumpido. Y no quedarán en el olvido. Al menos, no una buena parte. Y es que algunas familias de los presos han comenzado a clasificarlas y archivarlas, con el objetivo de salvaguardar toda esta documentación que consideran "parte de la historia del país". De hecho, la perspectiva de futuro es dar todo el material almacenado en el Archivo Nacional de Catalunya.

Una de las familias que lo está impulsando es la de Josep Rull. Su esposa y presidenta de la Associació Catalana pels Drets Civils, Meritxell Lluís, explica que tienen guardadas miles de cartas postales que el propio Rull ha recibido desde su primera detención, el 1 de noviembre de 2017. Las cartas, de hecho, no están en las celdas de los presos. Prácticamente por una cuestión de espacio: sería físicamente imposible guardarlas allí dentro. Por ello, los familiares suelen llevarse a casa una bolsa con cartas cada vez que hacen una visita.

El almacén, en manos de una historiadora

En el caso de Josep Rull y Meritxell Lluís, han puesto las cartas al alcance de una historiadora amiga de la pareja y de su máxima confianza. No en vano, existe todo un sistema de protección de datos que hay que cumplir. La historiadora emplea criterios científicos validados por el Archivo Nacional (que juega tanto el papel de archivo de la administración catalana como de archivo histórico del país), con el fin de dejar bien preparado este fondo documental en caso de que finalmente se decida hacer la donación.

Según Lluís, quien también es concejala del PdeCAT en Terrassa, "estas cartas son la vida misma del país, la historia ... y a medida que pasen los años aún tendrán más valor". El Archivo Nacional, en caso de recibir la donación, garantizará su conservación y hará el tratamiento archivístico correspondiente. Y no sólo de cartas, sino también de cientos de libros y revistas que la ciudadanía les envía y los presos tampoco pueden guardar en la celda.

El Archivo Nacional, en caso de recibir la donación, garantizará su conservación

Las cifras no son exactas ni todas las personas han recibido el mismo volumen de misivas, ya que han sido encarcelados en períodos de tiempo diferentes y tienen perfiles de relevancia mediática diversos. En todo caso, todos ellos y ellas han recibido miles de cartas. Primero en Estremera y Soto del Real, mientras que ahora las reciben a su actual ubicación: Lledoners (Jordi Sánchez, Jordi Cuixart, Josep Rull, Raül Romeva, Joaquim Forn y Oriol Junqueras) y Puig de les Basses (Dolors Bassa) y Catllar (Carmen Forcadell).

Pero, ¿cómo se explica haber llegado a esta inverosímil cifra? La clave está en las campañas cívicas puestas en marcha por ANC, Òmnium Cultural y los Comitès de Defensa de la República (CDR) animando a sus bases a enviar cartas hasta las cárceles. Y es que la viralización de carteles digitales donde se indicaban las direcciones de cada uno de los prisioneros (que se iban actualizando a medida que alguno de ellos era trasladado de centro penitenciario o de módulo) ha puesto al alcance de la ciudadanía algo tan sencillo como la dirección donde remitir la carta.

¿25 años hasta que se puedan desclasificar?

En caso de que sean cedidas a los fondos históricos del Archivo Nacional, tampoco será algo sencillo proceder a su publicación. Y es que las normas de protección de datos establecen que el contenido de la carta es propiedad del remitente, por lo que habría que contactar con dichas personas antes de poder hacerlas públicas.

Otra vía podría ser esperar 25 años para que puedan ser desclasificadas como tal. Y pese a ello, probablemente algunas de las cartas más relevantes políticamente no serán nunca reveladas. Y es que sería sorprendente si se revelara la lista de políticos catalanes y españoles que han escrito cartas a los presos, a pesar de las posiciones oficiales de los partidos político a los que pertenecen.

Barcelona es la ciudad desde la que se envían más cartas a los presos

Aparte de estas dudas jurídicas, su valor historiográfico es evidente.así se detectó desde el inicio. De hecho, el Centre d'Art Santa Mònica ha expuesto una colección de cartas recibidas por los presos, en el marco de las exposiciones '55 urnas para la libertad' y '155 fotos por la libertad', organizadas por el Comitè de Solidaritat Catalana. La muestra se pudo ver hasta el pasado domingo, 25 de noviembre.

Es conocido que en la sede barcelonesa de Òmnium se guardan las cartas que recibe su presidente, Jordi Cuixart. Barcelona, de hecho, es la ciudad desde la que se envían más cartas a los presos. La segunda ciudad es Terrassa, apunta Meritxell Lluís, entre sorpresa y divertida."Pero no a Josep [Rull] en concreto, a todos ellos!", añade. Y llegan tanto de Catalunya, como del Estado, como del extranjero. "De Bruselas, de Montreal ... de catalanes en el exterior, o directamente de ciudadanos del extranjero". También destaca que muchas de ellas arrancan con citas literarias, para ayudar a expresar los sentimientos, lo que demuestra "el aprecio a la cultura".

"No las leo nunca. Es como si le mirara el whatsapp"

Unas cartas que, en su caso, ella no revisa. "No me las leo, nunca. No sé, es como si le mirara el whatsapp o el e-mail. Respeto la privacidad". Por ello, quien las lee en diagonal, para extraer los datos de clasificación, es la profesional que se encarga del almacenamiento. Lo que si que sabe es la carta que Josep Rull recibe (¡semanalmente!) de la escuela de sus hijos. Miembros del profesorado le escriben para explicarle cómo cómo les va a los dos niños, las amistades, las notas, las aficiones ...

Un solidaridad que tanto Rull como sus compañeros agradecen inmensamente. "Las cartas acarician el alma", suele decir el dirigente egarense. Mientras que Jordi Sánchez ha comentado en varias ocasiones que, para él, las misivas le abren "una ventana al mundo". Pero ahora no pueden responder tanto como quisiera. "Mi producción de respuestas ha bajado mucho", le confesó Rull a su mujer hace unos días, debido a que ahora dedica más tiempo a preparar el juicio. Una vista que arrancará en enero y que decidirá el futuro de los presos, exiliados y quién sabe si de la actual legislatura y el mismo Procés.

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