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Industria abrirá una investigación a Garoña si cierra de forma anticipada

José Manuel Soria cuestiona los argumentos de Nuclenor para el cese del reactor. Organizaciones ecologistas creen que detrás del apagón existen razones de seguridad

PÚBLICO/ AGENCIAS

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha señalado que el cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) podría suponer la apertura de un procedimiento de investigación por parte de su departamento, con el fin de conocer las causas de esta decisión 'antes de la fecha establecida'.

Soria ha apuntado que aunque la central haya anunciado el cierre definitivo, lo que ha empezado a hacer es 'el vaciamiento del núcleo del reactor', un procedimiento que se realiza 'a veces, como parada técnica'. De este modo, Industria va a esperar para comprobar que Garoña 'cierra antes de junio de 2013' y, en ese caso, comenzará la investigación.

'No estoy hablando de una sanción, pero si la fecha de cierre para un reactor nuclear está establecida en una fecha no se puede, gratuitamente, decir seis meses antes 'esto se ha terminado'', ha señalado el ministro.

La propietaria de la central, Nuclenor, justificó el paro de su reactor el pasado domingo, así como la renuncia a solicitar la prórroga de funcionamiento hasta 2019 por el proyecto legislativo que impone tasas al combustible nuclear y a la generación eléctrica que se aprueba hoy en la Cámara Baja.  Una norma con 'fines recaudatorios' de alrededor de 3.000 millones de euros con la que, según el ministro, se pretende atajar el déficit de tarifa.

El argumento de Nuclenor para el cese, no obstante, ha sido cuestionado por Soria, que ha afirmado que la propia central habló de un lucro cesante de 395 millones si no seguía operando hasta 2019, por tanto, descontados los 120 millones de euros de inversión para adaptarse a los requisitos postFukushima y los 153 millones de la nueva tasa, aún le quedan '125 millones'.

También agrupaciones ecologistas han cuestionado las razones aducidas por la empresa nuclear y apuntan a un intento de 'chantaje' al Gobierno para tratar de impedir la subida fiscal. Según  los cálculos de Ecologistas en Acción, Nucleor no tendría que afrontar el pago de 153 millones de euros anuales tras la nueva ley sino sólo de 24 millones. En este sentido, consideran que en este pulso ha sido 'clave' el temor a una posible avería que provoque una parada larga de la central que impida la amortización de las inversiones.

'Los verdaderos motivos para la parada de Garoña obedecen a una estrategia política por un lado y a la inseguridad técnica por otro. Parece evidente que Nuclenor tiene el temor fundado de que se produzca una posible avería que dé lugar a una larga parada para reparaciones en la central, lo que sí que imposibilitaría la amortización de la planta. Ante este riesgo cierto, al sector nuclear le resulta más conveniente sacrificar Garoña para presionar al Gobierno e intentar liberar al resto de las centrales de este nuevo impuesto', señalan desde la organización.

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