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Irán quería comprar en Madrid aeronaves militares

Agentes antiterroristas detienen a tres empresarios persas y a cinco españoles

PEDRO ÁGUEDA

La Policía cree que el régimen de Mahmud Ahmadineyad se había fijado en una corporación de empresas con sede en Madrid para sortear el embargo de material de guerra que pesa sobre él. Tres hombres de negocios iraníes llegaron ayer a Madrid para cerrar la compra de nueve helicópteros, pero fueron detenidos por la Policía. En la operación Nam también fueron arrestados cinco empresarios españoles y se requisaron los nueve aparatos, así como otro material de repuesto con posible destino a Venezuela.

La Policía calcula que Guadaira Aircraft Maintenance, que así se llama la corporación, podía haber ingresado cien millones de euros con las operaciones abortadas. Los españoles detenidos están acusados de un delito de tenencia y depósito de armas de guerra y, al igual que los iraníes, de contrabando. Según el Ministerio del Interior, conocían perfectamente la prohibición por la ONU de vender estos helicópteros a países 'sensibles', como Irán o Venezuela. Los fabricantes españoles están obligados a pedir autorización a la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de material de Defensa y Doble Uso.

Interior alega que la corporación sabía que no podía vender ese material a Irán

Los helicópteros ofertados son del modelo Bell-212 y, aunque son de fabricación estadounidense, la empresa los había adquirido en Israel. Son una versión del UH-1 Iroquois, muy utilizado en la guerra de Vietnam y popularizado en películas como Apocalypse Now o Platoon. Estos aparatos están destinados a transporte de tropas y material de guerra. Los confiscados ayer fueron utilizados por el Ejército de Israel y después vendidos a empresas de su país. Estas, a su vez, los revendieron a Guadaira Aircraft, que alegó un uso civil para sus posteriores destinatarios. De hecho, ese es el destino de la mayoría de los aparatos después de ser reparados y acondicionados gran parte de los intervenidos ayer estaban desguazados, pero los nueve intervenidos tenían un destino diferente, según las pesquisas. 'No se puede exportar armas a Irán aunque se haga de manera sofisticada', dijo ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Un Bell-212 de segunda mano alcanza en el mercado un valor de un millón de euros, según fuentes de la investigación.

Los policías que han desarrollado las pesquisas pertenecen a una brigada de Contraproliferación y Material de Doble Uso de la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) de la Policía, especializados en terrorismo islamista. Sus agentes intervinieron seis helicópteros en Sabadell (Barcelona) y otros tres en una nave de Navas del Rey (Madrid). También se practicaron registros en oficinas de Jerez de la Frontera, en Cádiz, donde se halló documentación sobre las actividades de exportación.

Los ocho detenidos pasarán hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Navalcarnero, en Madrid. La Policía trata de averiguar la relevancia de los tres detenidos iraníes dentro del régimen iraní, así como la posible venta por la corporación en el pasado de otros aparatos a Venezuela.

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