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IU conmina a sus diputados extremeños a votar contra el PP

Monago necesita la mayoría para ser investido presidente de la Junta y no la obtendría si los tres parlamentarios de la federación votan ‘no’ // El rechazo al candidato del PP podría llevar a convocar nuevas el

JUANMA ROMERO

Izquierda Unida Extremadura tendrá que acatar sí o sí. Sin más cáscaras y sin más medias tintas. No le cabe otra. Tendrá que obedecer el mandato expreso de la dirección federal. Y esa orden rotunda y “cristalina” no deja margen a la duda: los tres diputados regionales no pueden permitir que acceda el conservador José Antonio Monago al Gobierno de la Junta. Y sólo tendrán una única opción: votar en contra de su investidura.

Aparentemente, podría dar la impresión de que la reunión, ayer martes, de la Presidencia Ejecutiva Federal de IU –su órgano intermedio de poder, integrado por 57 miembros– apenas avanzó en su voluntad de ejercer más presión sobre la federación extremeña. No es así. Porque había que leer entre líneas. Para empezar, prohíbe a los tres parlamentarios regionales la posibilidad de la abstención en la investidura del candidato del PP. Esa opción fue la que ganó el domingo, por un 59,6%, en el Consejo Político Regional de IU Extremadura y la que ha desencadenado la movilización urgente y extraordinaria de la cúpula de Cayo Lara.

La dirección de Lara recuerda que las alianzas las decide Madrid

Al obligarles a votar en contra de Monago, se abre la alternativa de la investidura del socialista Guillermo Fernández Vara. Los tres diputados, según la doctrina federal, ratificada ayer hasta la saciedad, tendrían que apoyarla. Porque si no lo hacen –y ahí está la clave– se abocarían a un nuevo e insólito escenario, la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas, vía que nadie quiere (ni en Madrid ni en Mérida), pero que funcionará en todo este proceso de negociación como una suerte de “amenaza” sobre la dirección extremeña, como aclararon ayer varios dirigentes a la salida de la reunión del órgano.

La reunión de la Presidencia comenzó ayer en la sede federal cerca de las 17 horas. Y concluyó más tarde de las nueve de la noche, tras cuatro horas de debate con una resolución de apenas dos folios, aprobada por 30 votos a favor (93,75%) y dos en contra (6,25%), los del José Antonio Mesa (Colectivo de Unidad de Trabajadores) y Alberto Arregui. No pudo acudir ningún representante de la dirección extremeña. Por la mañana se había producido la constitución de la nueva Cámara. Madrid no se molestó: no hubo “desplante”, sino “imposibilidad física” de acudir a la capital.

El texto se compone de cinco puntos. En el arranque se congratula y 'se siente partícipe' de los resultados en Extremadura, con la vuelta a la Cámara y tres diputados.

El texto califica de 'grave error político' la decisión del Consejo Regional

Avanza después en un aspecto fundamental: la Presidencia “ratifica la política de alianzas acordadas en distintos Consejos Políticos Federales”, su máximo órgano de dirección, a partir del 16 de enero de 2010 y de nuevo el 17 de octubre del pasado año. Tal estrategia dicta que IU “no debe permitir que con sus votos, ni ahora ni en el futuro, por acción o por omisión, gobierne el PP”. Eso quiere decir que la política de alianzas descansa única y exclusivamente en los órganos federales, y no en las federaciones. Así lo dice el artículo 7. a) 3 de los estatutos de la IX Asamblea (2008), que Miguel Reneses, secretario de Organización, quiso recordar durante la rueda de prensa que siguió a la cumbre de IU.

La decisión del Consejo Regional de abstenerse en la investidura de Monago es un “grave error político”, alega el texto, pues “impide la aplicación de la política general de IU, la cuestiona y la altera desde una parte del Estado”. Es “incompatible” con el mandato de Madrid, acordado en los órganos y 'comprometido con los ciudadanos', “rompe el acuerdo federal y se sitúa fuera de la política de IU”. Subyace una desautorización nítida de un proceso que la cúpula federal simplemente “conoce” y ante el que manifiesta “respeto”, pero del que no moverá una sola coma.

La Presidencia, asimismo, trasladó su “respaldo político pleno a la dirección de IU federal y, especialmente”, a Lara, que ha logrado “evitar la fractura de los principios de cohesión y federalidad” en la relación con la dirección extremeña. El coordinador, de hecho, fue aplaudido al término de la Presidencia por sus compañeros, que salieron de la sede de Olimpo con una visible cara de satisfacción. 

“No vamos a tirar la toalla. Vamos a hacer los esfuerzos para convencerles de que es la mejor opción”, explicó un Reneses interesado en vender que la decisión extremeña “no es irreversible”. ¿Pero cómo trabajar a partir de ahora?

Se formará una comisión mixta Madrid-Mérida para abrir el diálogo

Primero, se formará una comisión mixta entre las direcciones federal y autonómica para abrir la negociación. Segundo, se pedirá al aparato extremeño y a sus tres diputados –Pedro Escobar, Víctor Casco y Alejandro Nogales– que “rectifiquen” la solución del Consejo Regional y que no permitan “la investidura del PP, votando en contra de su candidato propuesto”. La posición es clara: en contra, y no abstención.

Según el artículo 237. 2. i) del Reglamento de la Cámara autonómica (texto aprobado en 2008), el candidato a la Presidencia de la Junta necesita, para ser investido, mayoría absoluta en primera vuelta o mayoría simple en segundaEl PP tiene ahora 32 escaños, 30 el PSOE y tres IU, de modo que la mayoría absoluta está en 33 escaños. Si Escobar, Casco y Nogales votan en contra en las dos ocasiones, Monago se quedaría sin el Gobierno. Entonces, el presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, tendría que formular propuestas alternativas. Y podría elevar al pleno la candidatura de Vara.

La resolución de la Presidencia de ayer no ordena a los tres diputados de IU votar a favor del aspirante socialista. Pero saben que, según el artículo 238. 1 del Reglamento de la Asamblea, si no hay un candidato investido en un plazo de dos meses desde la primera votación de investidura, la Cámara quedará disuelta y se convocarán elecciones. Lo mismo concluye el artículo 25 del nuevo Estatuto de Autonomía (Ley Orgánica 1/2011, de 28 de enero)

“Lo que queremos es que voten en contra del PP, no dejarles la posibilidad de la abstención. Y colocarles ante la alternativa de votar a Vara. Porque saben que si lo rechazan, habrá otros comicios, que ellos temen como a un nublado”, confesaba un dirigente del núcleo duro. Otros responsables consultados por Público incidían anoche, pasadas las 22 horas, en la misma versión. Eso sí, un nuevo escenario electoral es la posibilidad remota, pero abierta ayer, que IU federal quiere también evitar. Mientras, en el tira y afloja, pretende ganar tiempo y presionar al máximo.

Se descartan por el momento sanciones a la federación díscola extremeña

Y si no, ¿habrá sanciones o expulsiones? “La planificación me gusta mucho, pero en este momento, sitio y día estamos en la política”, no en la aplicación estricta de los estatutos, dijo Reneses. Pero esa opción se maneja. “Conozco perfectamente los estatutos, y también los compañeros de Extremadura”, deslizó. De hecho, la propuesta de resolución que llevó el núcleo duro a la Presidencia dejaba más explícita esa alternativa. Esa redacción, por la presión de algunas federaciones y de IU Abierta (el sector de Gaspar Llamazares) fue “suavizada” durante la reunión, según la lectura de varios responsables. El secretario de Organización negó esa interpretación: hay debate y, en la deliberación, hay modulaciones.

¿Será posible persuadir a la federación extremeña y a los diputados? ¿Y, sobre todo, a Nogales, férreo partidario de la abstención? Reneses lo resolvió con una imagen, el15-M: “Llevamos muchos años intentando convencer a los ciudadanos de lo injusta que es la Ley Electoral. Ahora recogemos los frutos”.

¿Y se llamará al PSOE para decirle que espere, que no todo está hecho? “No es un objetivo de esta dirección tranquilizar a los socialistas. Vara debe reflexionar sobre sus malos resultados. Estamos para tranquilizar a los votantes y ciudadanos” que confiaron en IU.

-La historia de un choque atávico

Despejada una incógnita más del vodevil extremeño: la composición de la Mesa de la Asamblea de Extremadura. Y con discordia. No fue posible un pacto a tres bandas. IU había ofrecido la Presidencia al PSOE. Este la rechazó porque no quería “ni chalanear” ni permitir a la federación “un lavado de cara para enjugar su decisión de sacar a Vara del Gobierno”, criticó en declaraciones a Público la portavoz regional del partido, María Ascensión Murillo. La Presidencia, pues, se la llevó el conservador Fernando Manzano, investido en segunda vuelta porque IU se abstuvo en la votación. La federación logró la secretaría primera (que recayó en Alejandro Nogales) gracias a los votos del PP, que se hizo con la primera vicepresidencia (Consuelo Rodríguez Píriz). El PSOE consiguió la otra (Juan Ramón Ferreira, expresidente de la Cámara) y la segunda secretaría (Ana Belén Fernández González). PP e IU, dijo Guillermo Fernández Vara, “van de la mano”.

Pedro Escobar, coordinador regional de la federación, insistió en que IU sólo se votó a sí misma en el pleno constitutivo de ayer, que no votó al PP, aunque los conservadores sí apoyaron a Nogales para secretario primero. Un incidio, para Murillo, del 'pacto sellado' entre PP e IU, por mucho que los de Escobar no entren en el Gobierno de la Junta. 

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