Si la respuesta del PP a la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de no repetir como candidato en 2012 estaba más que cantada, la de Izquierda Unida también entraba en el terreno de lo previsible. Ya había sido adelantada por el coordinador federal, Cayo Lara, en las numerosas ruedas de prensa donde se le preguntó por la posibilidad de un relevo en el PSOE.

El guión estaba escrito. Y Lara lo desenfundó ayer sábado, nada más comenzar su intervención ante la Presidencia Ejecutiva Federal de su formación, apenas media hora después del anuncio del presidente: “A IU le da exactamente igual quién va a ser el recambio. Nos da igual porque no conocemos a nadie en la dirección del PSOE que haya defendido políticas diferentes o haya cuestionado las políticas neoliberales del Gobierno”. A fin de cuentas, la crítica al Ejecutivo y a los socialistas ha girado en torno siempre a la misma idea: Zapatero ha desplegado una pléyade de medidas “diseñadas en parte por FAES”, el laboratorio de ideas del PP. Iniciativas que han creado “más crisis y más paro”, más castigo para los trabajadores y más “beneficios” para la banca.

“[Emilio] Botín le pidió que siga haciendo los deberes, los recortes. Nosotros le decimos a Zapatero que pare la agresión ya a las políticas sociales”, singularizó. Y remató con un consejo al jefe del Ejecutivo: “Esperamos que no se marche dando una patada a los últimos pucheros del Estado del bienestar que quedan en nuestro país”.

Ya a puerta cerrada, Lara analizó que arranca un “Gobierno interino”. Otros responsables anticipaban el “final de ciclo” del PSOE. En todo caso, no habrá petición de comicios anticipados. Dirigentes de IU refrendan la tesis de que la sucesión del PSOE no salpica la labor de oposición. Otra cosa es el cálculo electoral.

Ayer responsables cercanos al líder afirmaban que si el candidato es Alfredo Pérez Rubalcaba, se fugarán menos votos, “porque representa el pasado”. Con Carme Chacón hay más dudas: la cúpula de IU cree que jugará a ser la cara de la “regeneración”, de la izquierda del partido. Y tiene un plus, admitían: es mujer. Pero sea quien sea, IU da por amortizado al PSOE: prevé un desplome en mayo y en las generales. Una situación que a la federación también le inquieta.